Turbión significado bíblico

turbion

Definición. El significado bíblico de turbión, es aguacero que cae de golpe o de manera repentina acompañado de vientos fuertes. Por lo general, su duración suele ser breve, pero en ocasiones, podría causar destrucciones materiales o lastimar a las personas.

Se emplea la palabra turbión de manera metafórica al hablar de una multitud de cosas que caen de golpe y que se llevan detrás de sí todo lo que encuentran a su paso. Sin embargo, el empleo del término se asocia más con las inundaciones, tempestades o lluvias procedentes de los malos climas.

Vídeo sobre el significado bíblico de Turbión

https://www.youtube.com/watch?v=pAylM6eAhQY

El turbión y la amonestación a Jerusalén

En Isaías 28:18 podemos visualizar lo siguiente 'Se anulará vuestro pacto con la muerte, y el convenio con el Seol no será firme; cuando pase el turbión del azote, existiréis de él pisoteados'. Estas palabras tuvieron que ver con los eventos relacionados con el dominio del reino de Israel por parte de malos gobernantes.

Jerusalén se dividió y los habitantes del sur se encargaron de levantar ídolos con la finalidad de que sus moradores no asistieran al templo para adorar al verdadero Dios. El pueblo de la parte norte se volvió a la idolatría y es así que Isaías da un mensaje con la finalidad de amonestarlos a través de eventos catastróficos como el turbión u otros similares.

El llamado de atención también fue para los que vivían en Judá y les invitaba a arrepentirse antes de que todos recibieran el mismo castigo. Pese a ello, los del pueblo seguían siendo soberbios y tenían una actitud poco agradable, por lo tanto, el profeta les dijo que, si no hacían caso, tendría que temer a los asirios, al turbión del azote.

Simbolismo de turbión

Muchos de los escritores bíblicos referencian al turbión en sentido metafórico para instaurar miedo al describir tempestad o granizo violento capaz de sacudir la vida humana. Esto les dice a los hombres que su único refugio es Dios.

Todo aquel que desee escapar a salvo del turbión, tiene que volcar su corazón y abrir sus brazos al señor con el propósito de recibir todas sus bendiciones. Tenemos que entender que estos eventos catastróficos solo pueden ocurrir a los hombres necios y que se burlan de las promesas de Jehová.

Nuestro creador es tardío para la ira y su poder muy grande, él no culpa a los inocentes ni les manda vicisitudes que pongan en riesgo su vida. En los pasajes de Nahúm el escritor pone de manifiesto que Dios puede tomar el camino de la tempestad y el turbión, solo cuando se le aborrece, se blasfema su nombre o no se teme a su poder.

Subir