Tallar significado bíblico
Definición. El significado bíblico de tallar, es acto de grabar materiales moldeables, el más empleado fue la madera. De manera similar a esculpir, este arte sirvió en la creación de imágenes u objetos que contaban con numerosas inscripciones antiguas.
Todo aquel que se dedicaba a tallar, podía hacerlo para elaborar de manera cuidadosa obras que las personas le encargaban. En tal oficio era necesario tener ciertas herramientas e implementos que con el paso del tiempo evolucionaron hasta conocerlos como lo hacemos en la actualidad.
El hombre o mujer que se dedicaba a tallar, modelaba o grababa mensajes o elementos que le otorgaban a los objetos un toque decorativo. Esta es la razón por la que este arte se expandió más allá de las comunidades antiguas, incorporándose luego otras disciplinas.
Tallar madera en la construcción del tabernáculo
La Biblia cita a célebres personajes que participaron en la construcción del templo sagrado de Dios. Por aquellos días se necesitaba la presencia de alguien que se encargará de tallar la madera aplicando ciertas habilidades. En consecuencia, llamaron a Bezaleel, uno de los miembros de la tribu de Judá.
El varón al cual se seleccionó para la obra, se encargó de tallar figuras como querubines, palmeras, calabazas y pimpollos de flores. Estos diseños se podían apreciar en las paredes y en las puertas del santuario.
La adoración de imágenes talladas
Las personas que se dedicaron al arte de tallar, lo hicieron con imágenes que representaban falsas deidades. De acuerdo con las leyes que Dios les otorgó a los israelitas, se consideraba pecado el hecho de rendir culto a esta clase de esculturas.
Los relatos del éxodo nos enseñan que aquellos seres de la antigüedad sufrían castigos al tallar formas parecidas a las que se encontraban en los cielos, en la tierra o debajo de los mares. No era posible que la gente se inclinase ante ellas o les sirvieran.
La adoración exclusiva a Jehová
Aunque los hombres tuviesen excelentes habilidades para tallar, era importante que no se desviaran del camino del señor. Dios exigía una devoción exclusiva, por lo tanto, no le satisfacía que sus hijos veneraran imágenes, pinturas, iconos, esculturas, estampas o símbolos.
Si alguien iba a tallar, tenía que hacerlo en función de la voluntad del padre celestial. Esto quiere decir, que era posible al desempeñar trabajos en el templo o en el tabernáculo de reunión, donde se requerían hermosos adornos que magnificaran la presencia sagrada de Jehová.