Suquienos significado bíblico

suquienos

Definición. El significado bíblico de suquienos, es nombre que los judíos dieron a los grupos de nómadas de raza africana de la antigüedad. Se les menciona una sola vez en el segundo libro de las crónicas, en compañía de los libios y etíopes.

Suquienos en la Biblia

La memoria de los suquienos en las santas escrituras aparece en los capítulos que hablan del saqueo de Jerusalén, la muerte de Roboam y la liberación del pueblo luego de su arrepentimiento.

Estas cosas acontecieron cuando Roboam consolidó su reino, abandonando a Jehová y todo Israel con él. En el quinto año de su gobierno, subió Sisac contra Jerusalén con los suquienos, lidios y etíopes con más de mil doscientos carros y hombres de a caballo.

La Biblia afirma que los suquienos vinieron con toda la gente de Egipto, la cantidad era innumerable. Se tomaron las ciudades fortificas porque los de Roboam se decidieron a desobeder y a dejar a Dios.

La profecía de Semaías

En la misma narración de los suquienos, se habla de la predicción de Semaías ante el rey y los príncipes de Judá que se reunieron en Jerusalén. Él les comunicó que su castigo se debía a su deslealtad para con Jehová, dado que le abandonaron, el señor les dejó en manos de Sisac.

A raíz de todo ello, los príncipes de Israel se humillaron y reconocieron sus faltas. Por lo tanto, el señor sintió compasión e hizo misericordia. Dijo que no les destruiría, sino que les daría cierta libertad, para que su ira no se derramase contra Jerusalén en manos de Sisac. Su pena consistió en que se convertirían en los siervos del rey de manera indefinida.

Los suquienos y la toma de los tesoros de la casa de Jehová

Sucedió que el castigo del pueblo consistió en convertirse en los siervos de Sisac, para que aprendiesen lo que era servir a los reinos de las naciones. Luego de eso, el rey de Egipto fue a Jerusalén en compañía de sus hombres, también estaban los suquienos.

Todos subieron para tomar los tesoros de la casa de Jehová, allí había grandes escudos de oro elaborados por Salomón. Después de que los suquienos entraran en la ciudad, se aplacó la ira de Dios en contra de Roboam, por eso, no le destruyó por completo.

En este sentido, Roboam siguió gobernando en Jerusalén durante un lapso de diecisiete años, esa fue la ciudad que le designó el señor entre las tribus de Israel.

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