Sirofenicia significado bíblico

sirofenicia

Definición. El significado bíblico de Sirofenicia, es nombre que se asignó a los moradores que se localizaban en la región cerca de Tiro y Sidón. El término es procedente de Grecia y en el nuevo testamento, se dice que pertenecía a la provincia imperial romana del territorio Sirio.

Se afirma que el término de Sirofenicia, se empleaba más que todo para distinguir a sus habitantes de otros pobladores que se conocían como libiofenicios. Quizá la única aparición de este sitio se refleje en los escritos del Nuevo Testamento de la Biblia.

La mujer Sirofenicia

Sabemos que la palabra Sirofenicia se empleaba para catalogar a los habitantes de Siria y Fenicia de la costa que era parte de la provincia imperial romana. Este es el gentilicio que Marcos escribió en sus pasajes a la hora de definir a una mujer que se le acercó a Jesús en búsqueda de un milagro.

Resulta que la Sirofenicia que estaba en la región de Tiro deseaba que liberasen a su hija de un espíritu inmundo que la poseía. Cuando ella vio al mesías, le rogó que le brindase su ayuda, pues su descendiente se encontraba atormentada por un demonio.

En ese momento, Jesús no le respondió palabra alguna a la mujer Sirofenicia, además, sus discípulos le rogaban que la despidiera.

En Mateo 15:26-28 encontramos lo siguiente 'Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella expresó: Sí, Señor; pero aún comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces le contestó: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija se sanó desde aquella hora'.

Luego del episodio con la mujer Sirofenicia, el señor vino junto al mar de Galilea y se le acercó mucha gente que traía consigo enfermos. Entre ellos había cojos, ciegos, mudos, mancos y otros a los que le dio sanación cuando se colocaron a sus pies.

Enseñanzas de la mujer Sirofenicia

De la Sirofenicia podemos aprender muchas cosas significativas. La primera de ellas, consiste en la fe en el poder de Jesús que tuvo en todo momento. Esta persona sabía que debía dirigirse al mesías, e insistió en su petición.

La mujer Sirofenicia se sentía convencida de que solo Cristo tenía la capacidad para darle curación a su hija, a quien la poseyeron los demonios. Podemos tomar como ejemplo el hecho de sentirnos seguros de las manifestaciones y de la presencia del señor en nuestras vidas.

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