Sinab significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Sinab, es uno de los reyes que ejerció su dominio en Adma. Fue uno de los que se reveló junto con el mandatario de Sodoma y que sucumbió en el valle de Sidim. También se cree que pudo dar su paso en ciudades como Astarot u otras pertenecientes a la región de Basán.
Sinab es un nombre de origen hebreo que significa Sin es mi padre o el Dios luna. A pesar de que sus hazañas no se especifican en la Biblia, uno de los eventos más importantes en los que participó fue en la derrota dirigida por Quedorlaomer en los días de Abraham.
El rescate de Lot en la época de Sinab
En el libro del Génesis vemos un capítulo interesante que habla del rescate a Lot por parte de Abraham. Este hombre conoció a Melquisedec y uno de sus principales objetivos consistió en librarle de la alianza de los reyes como Sinab.
El día que Abraham escuchó que su sobrino se encontraba en la cautividad, sabía que tenía que hacer todo lo posible por liberarle. Es así como levantó un ejército de guerreros y trescientos dieciocho criados capaces de salir a la batalla. Todos perseguían la alianza de los cinco reyes a través de ataques nocturnos y tácticas ingeniosas.
Por los días de Sinab, vivió un rey muy poderoso llamado Melquisedec, reinó sobre Salem, que es la Jerusalén original y a la vez, se destacó por ser sacerdote de Jehová. Cuando se encontró con Abraham, le ofreció pan y vino, bendiciéndole por su visita.
Sinab y los que hicieron guerra
A lo largo de los pasajes de la Biblia apreciamos el nombre de Sinab junto con otros reyes, en el caso de Bera, Birsa, Semeber, Zeboim y Zoar. Todos ellos fueron hombres que se prepararon para la guerra y que figuraron dentro de las naciones más importantes de la historia. Sin embargo, sus registros no hubiesen sobresalido de no haber sido por Lot y Abraham.
Respecto a gobernantes como Sinab se dice que se regían por la codicia y en algunos casos, llegaron a realizar actos de maldad. Recordemos que Lot se encontraba en Sodoma cuando la tomaron y él fue uno de los que perdió su propiedad, quedando en cautiverio.
A pesar de todos estos acontecimientos, logró salir ileso gracias a Abraham, porque ambos eran hombres buenos, dignos y que siguieron la voluntad de Dios.