Sandía significado bíblico
Definición. El significado bíblico de sandía, es planta de las cucurbitáceas cuyo origen proviene de la región de Pakistán. Al igual que la manzana, es uno de los frutos que se mencionan a lo largo de las sagradas escrituras.
La descripción de la sandía nos indica que su tallo es velloso, podría medir hasta cuatro metros de largo. Además, cuenta con hojas de color verde oscuro, fruto parecido a una esfera y flores amarillas. Su pulpa es encarnada, contiene numerosas pepas negras.
La sandía cuenta con un buen contenido en agua y alto valor nutricional. Su sabor es refrescante y su fruto oloroso. Se cultiva en diversas partes del mundo, sobre todo, en oriente medio, desde muchos años atrás.
El anhelo de los israelitas por comer sandía
Sucedió en los tiempos antiguos que los del pueblo de Israel quisieron probar la corteza verde y la pulpa roja de la sandía. La muchedumbre ansió esta clase de alimento mientras se encontraban en la peregrinación por el desierto luego de partir de la tierra de Egipto.
La historia del libro de los números refiere aquel capítulo de la sandía, donde los hijos de Dios se quejaron por la falta de comida. A raíz de ello, el padre santo se encendió en ira, por eso, les envió un severo castigo. En Tabera, el fuego de Jehová se prendió en ellos.
Los extranjeros que se mezclaron con los israelitas también manifestaron un deseo por comer sandía, además, carne y otras cosas que saciaran su apetito.
La sandía y la frustración de Moisés
Dado que la gente se quejaba por la falta de carne, la frustración de Moisés iba en ascenso, pues, toda la responsabilidad recaía sobre sus hombros. Es posible que los israelitas se dejaran influenciar por la gente extranjera, estos fueron un grupo mixto de egipcios que les acompañaron en la travesía.
Todos los caminantes se quejaban y decían que recordaban los alimentos que consumían en Egipto, entre ellos se encontraba el pescado, sandía, melones, pepinos, puerros, cebollas y ajos. Su alma se secaba, pues tenían cansancio de comer el maná que les servían.
Algunos comentarios de los eruditos bíblicos manifiestan que los apetitos de la carne generaban terribles consecuencias espirituales en los hombres. No dejando de lado la insatisfacción, un aspecto que resultaba poco grato para Jehová.
Parecía que todos aquellos no se daban cuenta de lo que el señor hacía por ellos al librarlos de la esclavitud.