Samúa significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Samúa, es nombre que se le asignó a diversos personajes que integraron el libro del antiguo testamento. La traducción del término hebreo quiere decir aquel a quien se escucha o renombra.
La función de espionaje de Samúa
Samúa fue un miembro de la tribu de Rubén y se le catalogó como uno de los doce espías que se enviaron en la misión para reconocer la tierra de Canaán. Estas cosas acontecieron de acuerdo a la voluntad de Dios, quien habló a Moisés, diciéndole que enviara a varios de sus hombres antes de que el territorio se les asignara a los israelitas.
El objetivo central es que asistiera uno de cada tribu de la casa de sus padres que fuese príncipe de ellos. Es así cómo se seleccionó a Samúa, Safat, Caleb, Igal, Oseas, entre otros. Lo que tenían que hacer era subir al monte y observar la forma de convivencia de sus habitantes, si sus terrenos eran fértiles o si existían frutos y árboles.
Samúa y los hijos de David
En los capítulos de las crónicas se hace referencia a Samúa como uno de los descendientes que le nació en Jerusalén, este fue hermano de Salomón, Simea, Sobab y Natán. Además de ellos, vinieron otros al mundo en la localidad de Hebrón, como en el caso de su primogénito llamado Amnón de Ahinoam jezreelita.
Más adelante, le nacieron nueve hijos más que también fueron parte del linaje de Samúa, sin incluir a los de las concubinas. De este modo, contemplamos la vitalidad que caracterizó a David durante toda su vida y la forma en la que aparecieron nuevos integrantes que se volvieron líderes poderosos en sus naciones.
Samúa y los moradores de Jerusalén
Samúa también fue el padre de Abda que aparece registrado en el libro de Nehemías. Allí se habla de los hombres y jefes del pueblo que prefirió habitar de manera voluntaria en Jerusalén. Caso contrario ocurrió con los que tuvieron que echar suertes para determinar la ciudad santa a la cual acudirían y en la que traerían consigo a sus descendientes.
El nombre de Samúa se bendijo porque quiso permanecer en Jerusalén junto con su familia sin que le obligaran a ello. Estas acciones fueron gratas ante los ojos de Dios y a su lado también estuvieron algunos de los israelitas, sacerdotes, levitas, sirvientes del templo y los hijos de los siervos de Salomón.