Salma significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Salma, es personaje de la descendencia de Caleb y a quien se considera como el fundador de Belén. También se reconoce por Salmón a lo largo de los registros del primer libro de las Crónicas.
En cuanto al origen del término Salma, es hebreo y en español quiere decir paz o perfección. Se menciona su nombre junto con Naasón y Booz a lo largo de las sagradas escrituras.
Salma y los hijos de Israel
A los descendientes de Judá se les clasificó según sus linajes y núcleos familiares. Sobresalen así personajes como Er, Sela, Onán, Fares, Hamul y Hezrón, un pariente muy cercano a Salma.
Más adelante en los registros antiguos se menciona a Naasón quien engendró a Salma y este a Booz. A partir de allí, surgieron nuevas líneas genealógicas donde se involucran hombres como Obed, Isaí, Abigail, Mesa, entre otros.
Salma el fundador de Belén
En los textos del primer libro de las Crónicas se refiere que Salma fue el padre fundador de Belén y Haref el de Bet-gader. Uno de los pueblos más reconocidos de Judá cuyo nombre se confunde con el de Geder, su ubicación sigue siendo desconocida hasta la fecha.
Así pues, los hijos de Salma fueron Belén y a su lado se reconocieron a las familias que moraban en Jabes y a quienes se les catalogó como tirateos, simeateos y sucateos. La importancia histórica de tal sitio es impresionante porque a partir de allí nacieron hombres muy destacables en el caso del rey David.
Salma y la descendencia de Caleb
Salma tiene relación directa con Caleb, un varón perteneciente a la tribu de Judá e hijo de Jefone. Se trató entonces de una importante figura bíblica al colocar toda su fe y esperanza en Dios en el momento en el que otros se negaron a seguir sus preceptos. Pues, existió un pequeño grupo que no creía en las promesas del Padre Celestial en cuanto a la tierra en la que morarían y que se llamaba Canaán.
En los días de Salma y de Caleb se emprendió la huida de la esclavitud en Egipto y cuando estuvieron cerca de las inmediaciones de Caanán, se envió a un grupo selecto que revisara la tierra. Así se seleccionaron a doce espías que investigarían y explorarían si las condiciones para vivir eran favorables.
Además, en el lugar habitaban gigantes y de tal modo, Caleb fue uno de los representantes de Judá que regresó y manifestó que Dios les ayudaría para que se asentaran en aquella tierra.