Salario significado bíblico
Definición. El significado bíblico de salario es el aporte económico que recibe un trabajador o un siervo por algún servicio prestado. En la Biblia se emplea de forma literal y figurativa. Cuando se dirigía al sentido general, denotaba diferentes métodos de pago principal, el primero era con especias, el segundo con dinero.
Según Moisés, se requería que un salario se diera al terminar la tarde. Solo existen pocas referencias de cuál era la cantidad que se daba, entre las que se consiguen nos dictan que la jornada diaria era de 1 denárion.
Las personas que se dedicaban al bajo mundo de la prostitución carnal, se llamaban perros de forma despectiva. El dinero que recibían se denominaba de la misma manera, ya que eran como animales para los creyentes.
Pago del salario a los soldados romanos
Otra derivación de la palabra salario se da por el hecho de que a los soldados se les retribuye con especie, a ser concreta con sales.
Podían los salarios ser ligados con una recompensa por los actos que realizaban. Un ciudadano que trabaje para otro recibía su retribución en dichas especias, esto fue lo que se le presentó a Jacob, que se empleaba en Labán. Existían casos de jornaleros por día.
Siempre se debía tener cuidado en no olvidar el pago a los obreros, también a final de la jornada, sin ningún tipo de objeción. Aunque existen excepciones, había algunos que se contrataban para que dieran sus servicios. Se les pagaba al final del año, claro que estos acuerdos se sellaban antes de empezar con el.
Se creía que un servicio de un siervo que tuviera una retribución económica sería de la mitad de lo que se le daría a un jornalero. Del mismo modo, un civil que contará con los servicios podrá alquilarlos a alguien y recibir una buena bonificación por ello.
Usar el labró ajeno sin aportar una remuneración adecuada era una de las principales causas de denuncias de los profetas. El valor ético de un salario demuestra una estrecha relación con las ideas de convivencia, de justicia y de armonía social. No se puede entender ni valorar solo mirándose con términos económicos.
Como dice el evangelio 'Da y se os dará', si obras bien y pagas bien se te colocara en tu regazo una medida remecida, buena y apretada de compensación. Jamás des trabajo, si no tienes forma de retribuir con un pago adecuado y honrado.