Renta significado bíblico

renta

Definición. El significado bíblico de renta, es beneficio que se rinde a alguien por el préstamo de cierta clase de servicios. Se trata de pagar en dinero o en frutos a un propietario por la utilidad de alguna vivienda u otra especie de rendimiento de beneficio común para las personas.

En los tiempos antiguos la renta se caracterizaba por el pago que se daba a alguien que transportaba mercancías hacia otros lugares. Era una relación que tenían dos partes donde se establecían acuerdos verbales que más adelante, pasaron a ser escritos.

Vídeo sobre el significado bíblico de Renta

https://www.youtube.com/watch?v=BJ4Bikhr3Tw

La renta puede representarse como una relación mercantil cuyas condiciones eran parecidas a las que vemos en la actualidad en los contratos. Es posible que las retribuciones económicas se llevaran a cabo cada mes o semana, en dependencia de lo que acordaran las partes involucradas.

La renta y los impuestos del pueblo

Existen algunos versículos de la Biblia que hacen mención a la renta y a los impuestos que tenían que pagar los antiguos. Vemos un ejemplo de ello en la carta a Artajerjes donde se menciona que los enemigos de los judíos les pedían una retribución monetaria para que pudiesen continuar con la reconstrucción de Jerusalén.

Había personas que se negaban a pagar renta, tributos o impuestos a los miembros pertenecientes del imperio persa. Más adelante, se estableció que los que sirvieran en el templo no tenían por qué realizar esta clase de actos.

La renta y la autoridad de Dios

En los pasajes de los romanos se nos insta a someternos a las autoridades que nos rigen en la tierra, todo ello, según las palabras del apóstol Pablo. Esto habla de los sistemas del gobierno romano que no se acomodaban a la justicia del Señor con el cobro de la renta y demás impuestos que no todo el tiempo eran justos.

Pese a eso, Dios transmite un mensaje claro donde solo él es el único soberano que tratará con las autoridades terrenales en su debido momento. Incluso Roma, quedaría sujeta a obedecer las leyes y mandamientos del Creador.

Las personas que hicieron las cosas mal en sus lugares de trabajo o abusaron de su poder respecto a la renta, tendrán que enfrentarse a la ira de Dios. Puesto que, su autoridad divina es la única capaz de concedernos la verdadera plenitud no solo a nosotros, sino para los hermanos en la fe, que no apartaron su visión al saber discernir entre lo bueno y lo malo.

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