Roma significado bíblico

roma edificios

Definición. El significado bíblico de Roma es el nombre con el que se denominaba a la ciudad Capital del Imperio Romano. Designación que tuvo hasta que rigió Constantino, el hijo emperador de Santa Elena. Luego, pasó a ser el nombre de la ciudad capital del país Italia

La importancia de Roma se empezó a notar en el año 753 Antes de Cristo cuando empezó a destacar como un reino. Luego, se fue expandiendo hasta ocupar todo el territorio de la que hoy es conocida como Italia.

Vídeo sobre el significado bíblico de Roma

Roma en Israel

Los romanos cerca del 150 AC lucharon contra Cartago quien era juez en toda la zona del Mediterráneo. Por lo que, al obtener varias victorias en la zona y al destruir Cartago en el 146 AC, se apoderaron del territorio.

Roma era uno de los aliados más poderosos de Judá; sin embargo, cuando se desató la guerra por el reino de Judá, los romanos pudieron atacar Jerusalén. Pues, Roma apoyó a Aristóbulo en detrimento de Hircano II. Pompeyo tomó la ciudad al atacar en sábado, día en que los judíos iban a sus iglesias y no se defendían.

Desde este momento el reino de Judea dejó de ser independiente y pasó a ser parte del Imperio Romano. En donde muchos judíos fueron llevados a la capital como esclavos, aunque luego pudieron fundar algunas sinagogas.

Roma en tiempos de Jesús

El término Roma en la Biblia se usa para hablar de la ciudad Capital del Imperio que gobernaba en tierras Israelitas. Por lo tanto en las sagradas escrituras se usa para hablar del gobierno o de los publicanos, quienes cobraban los impuestos para llevarlos a la capital.

En tiempos en los que vivió Jesús, Roma no tiene una gran importancia en sucesos de la Biblia más que ser la ciudad donde vivía el emperador. Para ese entonces Augusto Cesar gobernaba en todo el territorio de Europa Central y el Mediterráneo. Durante su gobierno Roma se vio reconstruida y crearon varias edificaciones de gran magnitud.

Herodes y Poncio Pilato también formaban parte del Imperio Romano, pues eran los designados para gobernar los territorios Israelitas. Estos si tomaron parte en la vida de Jesús pues el segundo fue quien dejó a decisión del pueblo el destino del mesías.

Los soldados que capturaron a Jesús y lo llevaron en su crucifixión también eran subordinados de Roma, pero esta ciudad no se inmiscuyó en estos asuntos. Jesús murió cuando Roma tenía un nuevo emperador, quien era Tiberio.

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