Quimam significado bíblico

quimam

Definición. El significado bíblico de Quimam, es hijo o siervo de Barzilai, quien era galaadita y amigo del rey David. Tal término quiere decir en español anhelo o languidez, no se precisan más traducciones. Suele asociarse el nombre con el de Kimam, un refugio o lugar de la antigüedad.

Quimam y la vuelta de David a Jerusalén

Quimam se designa en el segundo libro de Samuel junto con Joab que hacía duelo por Absalón con los demás del pueblo. El rey sentía dolor por la muerte de su hijo y los de las tribus disputaban diciendo que les libraron de la mano de sus enemigos, el grupo de los filisteos.

Tiempo después Simei vino a recibir a David con alegría, luego de que lo maldijo, entonces, le pidió que no le culpara por la maldad que le causó en su salida de Jerusalén. Pese a todo, el rey le perdonó porque albergaba bondad en su corazón y Dios le restauró en su posición en el trono.

Al encuentro del ungido también asistieron hombres como Quimam y los miles de Benjamín, sin omitir a los siervos de la casa de Saúl. Mefi-boset se pronunció del mismo modo el día que salieron a recibir al rey y este le dijo que tanto él y Siba podrían dividirse las tierras del modo en que Dios lo ordenó.

Quimam y los siervos fieles

Fueron muchos los varones como Quimam que pasaron el Jordán con el rey porque deseaban acompañarle. Sobresalió así Barzilai, un galaadita que descendió de Rogelim y era muy anciano, tenía ochenta años, pero pensaba que no viviría el tiempo suficiente para ver las hazañas de David. Por eso, le dijo que no sería capaz de distinguir las cosas, escuchar las voces de los cantores o disfrutar de sus alimentos.

Barzilai creía que se convertiría en una carga al llegar a Jerusalén y que no era digno de recibir sus múltiples recompensas. Así pues, le pidió que le dejara volver para morir tranquilo en su ciudad mientras Quimam, su pariente, descendería a su lado.

Sucedió que el rey aceptó que Quimam pasara con él y haría con su persona lo que mejor le pareciere, obedeciendo a las palabras del anciano. De tal manera, todo el pueblo atravesó el Jordán recibiendo las bendiciones del Señor que también existieron para la mitad de los de Israel y de Judá, pero las palabras de estos últimos fueron violentas y no le agradaron a Jehová.

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