Quenaana significado bíblico

Definición. El significado bíblico de Quenaana, es nombre de dos varones que vivieron en la antigüedad.

Quenaana y Sedequías

Quenaana fue el padre de Sedequías, uno de los falsos profetas que aparecen a lo largo del segundo libro de las crónicas. De él se afirma que golpeó a Micaías en la mejilla diciéndole ¿Qué camino tomó el espíritu de Dios para comunicarse contigo?

Ahora bien, tanto que Quenana como su hijo vivieron en la misma época en la que gobernó Josafat. A pesar de que las cosas iban bien, una nube negra se interpuso en el reino de Judá. El asunto es que él decidió emparentarse con Acab, a través de una alianza.

Sucedió en los días de Quenaana que Josafat intentó aconsejar a Acab para que buscase la dirección divina de su empresa. La Biblia nos dice que un montón de profetas se unieron a esta causa con la finalidad de complacerle a él y no a Jehová.

Quenaana y la rebelión de los profetas

Micaías fue uno de los que jamás profetizó el bien para la casa de Acab, si no el mal en todos los días de su vida. En esos tiempos también hacía predicciones el pariente de Quenaana u otros varones como en el caso de Jeremías.

Sucedió entonces que Sedequías hijo de Quenaana profetizó de manera afirmativa y a su lado, hicieron lo mismo los otros profetas. El único que no se unió a esta causa fue Micaías, incluso a pesar de la advertencia que le dieron los de la corte de Acab.

Este último hombre hizo una profecía a modo sarcástico, diciendo que Israel se dispersó por los montes sin un pastor que les condujera por el camino. Estas palabras eran una representación del destino que le esperaba a Acab, el cual era la muerte.

Quenaana y la descendencia de Benjamín

La segunda aparición de Quenana en los pasajes bíblicos, es aquella que le menciona como un hijo de Bilhán. Él integró la tribu de Benjamín y de su linaje. Su nacimiento parte de tres personajes fundamentales como lo fueron Bela, Bequer y Jediael.

Las escrituras refieren que en un momento se llegaron a contar más veintidós mil treinta y cuatro para los de este clan. Además, ellos recibieron parte de las bendiciones proféticas que Jacob enunció pocos días antes de que llegase la hora de su lecho final. Esto quiere decir, que sus cosechas fueron abundantes y su vida bastante plena en el servicio hacia Jehová.