Quemós significado bíblico

quemos

Definición. El significado bíblico de Quemós, es nombre de uno de los dioses de Moab a los que hombres y mujeres llegaron a adorar. En el libro de los números y en los pasajes de Jeremías se les menciona con una connotación bastante negativa.

Al igual que Quemós, hubo otro dios llamado Moloc, a quienes los amonitas rendían pleitesía y le ofrecían sacrificios. Este también contó con la adoración de uno de los líderes y reyes más importantes que incluso llegó a quitarle la vida a niños inocentes.

El Dios nacional de los moabitas llamado Quemós

El segundo libro de los reyes nos dice que la adoración de Quemós la introdujo Salomón en el pueblo de Israel. Se afirma que el rey de Moab ofreció a su hijo en holocausto. Quizá la traducción de este término quiere decir vencedor o maestro.

La palabra Quemós aparece en algunas de las líneas del libro de los números en relación con el viaje por el desierto que realizaron los israelitas. También se habló de los amorreos y del canto de júbilo que dieron respecto a las victorias que llegaron a alcanzar en Moab y en Hesbón.

Se afirma que su ídolo Quemós no tuvo el poder suficiente para salvarles, pues el Dios verdadero, que es el mismo de los de Israel, tenía más gloria. Este pueblo que se convirtió en su adversario, llevaba las de perder en la huida y en la cautividad.

Otras apariciones de Quemós en la Biblia

Volvemos a encontrar la palabra Quemós en los pasajes del libro de Jeremías. Ahí se nos dice que se le tomaría en cautiverio junto con sus sacerdotes y príncipes en conjunto. Se poseerían todos sus bienes y los tesoros que le rodeaban.

Jeremías establece muchas de las razones por las que Dios se vengaría de los moabitas y del culto que rendían a Quemós. Es de entender que el señor estuviese enojado con todos ellos y que su disgusto se expresara en las palabras de este autor.

De aquellos que adoraban a Quemós se dijo que eran seres malos que se regocijaban sin motivo a causa de las miserias que llegaron a vivir los judíos. Jeremías demuestra que estas personas, en efecto, merecían que el señor derrama su ira sobre ellos.

La Biblia también comenta que los moabitas se jactaban por los tesoros y las cosas que poseían, pensaban que eran inexpugnables.

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