Plinio el joven significado bíblico

plinio el joven

Definición. El significado bíblico de Plinio el joven, es uno de los gobernadores romanos de la actual Turquía que pidió consejo sobre cómo tratar al pueblo cristiano. Sus escritos se destinaron al emperador Trajano.

Plinio el joven también se destacó como un aclamado escritor, abogado y científico. Desde muy niño, perdió a sus padres, por lo que, quedó bajo la tutela del consular llamado Lucio Verginio Rufo. Más adelante, le adoptó su tío, Plinio el viejo.

La formación de Plinio el joven fue excelente, tanto así, que le ascendieron en uno de los mejores cargos del imperio romano. Además, se convirtió en el gobernador de la provincia de Bitinia, lugar en el que falleció.

La principal obra de Plinio el joven

Sabemos que Plinio el joven se caracterizó por ser un escritor que tuvo sus inicios desde muy temprano. Es así, como consiguió redactar una tragedia en griego, y diversas cartas que se hicieron famosas con el paso del tiempo y que perduran en la modernidad.

Por su parte, Plinio el joven también se destacó en el campo de la poesía. Sin embargo, este tipo de escritos no sobrevivieron, pues, se hallan perdidos. Se conserva un discurso de su autoría llamado Panegryricus Traiani.

La carta de Plinio el joven

Una de las cartas más famosas por las que se conoce a Plinio el joven, es aquella dirigida al emperador Trajano. En ella, le explicaba el procedimiento que seguía al momento de hacerse cargo de las personas a las que se les acusaba de ser cristianas.

A pesar de que Plinio el joven le pidió consejos, el emperador estuvo de acuerdo en lo que se hacía hasta el momento. Resulta que a los que negaban su fe, se les colocaba en plena libertad, mientras que a los que se rebelaban, le condenaban a muerte.

Repudio ante el cristianismo de Plinio el joven

Todo aquel que deseara escapar del tormento por parte de Plinio el joven, no solo debía negar que era cristiano, sino hacer otras cosas desagradables. Entre ellas, estaba el hecho de ofrecer incienso y vino a la imagen de Trajano y lo peor de todo, tenían que maldecir a Cristo.

Para Plinio el joven, el cristianismo solo era una superstición incómoda, no estaba nada de acuerdo con la doctrina. Hay que destacar, que siempre recibía denuncias anónimas y en ese momento, el emperador apoyaba su actitud, sin dejar de lado, la gran cantidad de juicios que llevó a cabo de manera atroz.

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