Pinturas significado bíblico
Definición. El significado bíblico de pinturas dependiendo el contexto puede definir varias cosas. La primera hace referencia a las imágenes pintadas en un lienzo, el arte que decoraban los templos sagrados. Ellos mostraban panoramas como el jardín de Edén o relatos de los inicios bíblicos.
En la actualidad, es muy relevante tener donde te alimentas una pintura de la última cena. En la historia ha sido importante plasmar los momentos icónicos en cuadros emblemáticos, como el rostro de Jesucristo es una de las pinturas más bellas para observar.
En los templos de antes se usaban representaciones coloridas en las paredes. El estilo de mosaico que empleaban eran cristales de múltiples tonalidades y muchas formas. Por ello, lograba mostrar una figura importante acerca de un apóstol, un ángel, o algún personaje glorificado de la zona donde se encuentre.
Las pinturas utilizadas como cosméticos
En los relatos más antiguos registrados, las mujeres del oriente utilizaban pinturas y otro tipo de cosméticos para adornar sus cejas y pestañas. Aunque según los escritos que se recuperaron, esa costumbre era indicativo a los hebreos de considerarlas inapropiadas.
Se integraban diferentes tonos con ese propósito, entre los cuales los polvos de minerales negros destacaban. Se consideraba que su implementó aporta belleza y una atracción seductora a las damas.
En el antiguo Israel, las mujeres también se colocaban cosméticos para sentirse y verse más hermosas. Aunque no se encuentran pinturas en tumbas ni en murales que sirvan como referencia. En muchas partes de las escrituras sagradas y en diversas piezas recuperadas permiten crear un boceto en nuestra mente.
En la Biblia podemos encontrar plasmado esto con una de las hijas de Job, de nombre Keren-Hapuc. Si traducimos lo anterior ‘Cuerno de la pintura negra’, podemos llegar a la conclusión de que era llamada como uno de los cosméticos que seguro en vida, le daba belleza a su rostro.
Resulta muy llamativo que en los textos antiguos, los ojos pintados siempre se relacionan con mujeres con mala reputación. Una de ellas era la reina Jezabel, personaje enigmático de la historia, también era señal de prostitución. En las excavaciones realizadas en Jerusalén se pueden conseguir muchos frascos pequeños, los cuales se aplicaban en dichas pinturas.
En las zonas más ricas de la antigüedad, se usaban conchas de mar como recipientes para guardar sus cosméticos y pinturas. Además, de cucharas hechas de marfil con el mismo uso.