Pala significado bíblico

Definición. El significado bíblico de pala es, instrumento compuesto de un mango largo y una tabla, que podía ser rectangular o redondeada. A esta se le daba diversos usos, tanto en el campo, la casa, el templo o en otros lugares. Se desconoce quién fue su creador original, pero si se sabe que todos en el pueblo de Israel la tenían.

¿De qué material se componía una pala?

Dependiendo del empleo que se le daría a esta herramienta, podía poseer una materia prima diferente. En el caso de necesitar algún utensilio para un acto ceremonial, ya sea en el templo o el tabernáculo, se requería de un metal. Esto era porque se emplearía en la adoración pura.

Por eso, se escogió el cobre, ya que podía ser maleable y conseguir la figura deseada. Con este instrumento se recogía las cenizas que quedaban en el altar, después de hacer una ofrenda. De esa manera, se mantenía ese espacio limpio y digno para Dios.

Cuando los israelitas tenían el tabernáculo, este lo trasladaban a distintas partes. Así que, Jehová les ordenó que todos los utensilios del templo debían ser empacados en piel de foca y colocarle varas para transportarlos. Incluso había una de las familias de la tribu de Leví que se encargaba de este trabajo.

Más adelante, cuando el rey Salomón construyó el templo para Jehová, mandó a buscar al hijo de una viuda de la casa paterna de Neftalí. Este hombre se encontraba en Tiro y su padre era un gran artesano de la zona. Él había heredado las habilidades de su progenitor, quien le puso por nombre Hiram. Se le conocía por tener muchos conocimientos y experiencia en el uso del cobre.

A él se le encargó para hacer todos los utensilios y estructura que tendrían ese metal en el edificio. Esto, además de ser un honor, era una gran responsabilidad que se le había encomendado. Sin embargo, todo lo que hizo quedó como se espera en calidad y belleza.

¿Qué otro empleo tenía la pala?

Las palas se utilizaban para aventar los granos. Esto se hacía cuando se recolectaban algún tipo de frijol. Las personas recogían las vainas con paja y les daban unos golpes para que estos salieran de la cáscara. Luego con la plancha de la pala tomaban una porción, la lanzaba hacia arriba para que el viento se llevará el polvo y las hojas. Esto todavía se practica en algunos lugares.