Pececillo significado bíblico
Definición. El significado bíblico de pececillo, es especie de pez o insecto tisanuro que se caracteriza por ser ágil. Ostenta un brillo gris metálico que recubre su pequeño cuerpo, posee escamas plateadas.
Podría asociarse al pececillo con el anzuelo, una pieza en forma de garfio que se emplea de manera constante en las actividades de la pesca.
Pececillo en la Biblia
En las sagradas escrituras, la palabra pececillo se usa más que todo para referirse a una especie de pez pequeño, como si se tratase de su diminutivo. Los creyentes eran capaces de identificarse con este vertebrado, por eso, le dibujaban en las paredes de las catacumbas en Roma.
Por su lado, el pececillo es parte relevante de la creación de Dios, al igual que las aves de los cielos, las bestias y todo lo que se arrastra en la tierra.
En hebreo, el término pez quiere decir retorcerse, en su traducción, se llama pececillo, en el nuevo testamento. Sin embargo, otras palabras tuvieron lugar para definir a estas especies, teniendo en cuenta, las que eran de grandes proporciones.
Las referencias al pez pececillo en las escrituras son variadas, pero nunca se habla de una especie en concreto. Resulta curioso el hecho que exista ausencia de información por esta clase de animales acuáticos.
El pececillo y las creencias hebreas
En la época antigua, existía la creencia de que los mares eran sitios peligrosos, pues, albergaban una vida marítima muy extensa, en donde se incluía la figura del pececillo. En ocasiones, los hebreos pensaban que allí habitaban seres monstruosos y maléficos, capaces de hacerles daño.
Los israelitas tenían a sus principales enemigos, como el pueblo de los filisteos, y ellos creían en deidades mitológicas del mar. Un ejemplo de ello, lo tenemos en Dagón, un ser que era mitad pez y hombre.
Es posible que todos estos sucesos influyeran en la aversión que sentían los hebreos por los pececillos o cualquier especie marítima. No obstante, hay una contradicción y es que los pueblos costeros del mar de Galilea se abastecían con tales animales.
No es un secreto que en las riberas del Mediterráneo o del mar Rojo, los pobladores vivían de la pesca. Por su parte, el pececillo también estuvo presente en el río Nilo en Egipto, aquel lugar donde permanecieron como esclavos por un largo período de tiempo.
Cuando Dios les liberó en la peregrinación por el desierto, ellos se quejaron porque ya no tenían pececillos para comer, se sentían cansados del maná.