Padecer significado bíblico
Definición. El significado bíblico de padecer es sufrir, que hace referencia a portar un sufrimiento. En el Nuevo Testamento, esto se entiende como una experiencia que Jesucristo vivió a manos del hombre. Se ve que es un sacrificio expiatorio y se relaciona con el pecado.
Vídeo sobre el significado bíblico de Padecer
Muchas veces se enlaza directo con el sentir físico de una persona, pero a su vez también puede representar un sentimiento mental. Tales como los agravios, y pesares, como de igual forma se ve con las desventajas. De manera etimológica se relaciona con la raíz indoeuropea y con las palabras 'pati, patior' que habla sobre hacer algún tipo de daño al prójimo.
La palabra padecer en la Biblia
Vemos que este término se encuentra en una epístola de Pedro y especifica el sufrimiento de aquellos cristianos. Se puede entender dos tipos de aflicciones o padecimientos, el de la justicia y el innecesario. Todos tenemos la necesidad de recibir en alguna circunstancia la ayuda de Dios y sobre todo cuando estamos pasando por cualquier tipo de sufrimiento que nos aflige.
Cada padecer tiene su propósito, y es que así como cristo sufrió por nosotros, está en el deber de cada uno de mostros, el hacerlo también. Hay que tener en cuenta que esto sucede porque muchas veces este sufrimiento lo causa satanás.
Si es por causa de la fidelidad que le tenemos al Todopoderoso, es preciso tolerar aquellos lamentos que se pueden presentar en nuestra existencia. Las creencias podrán causar sufrimiento y dolor.
En Hechos 9:16 vemos que Dios llamó a Pablo y le dijo que sería necesario que padeciera por su nombre. El propio susodicho recibió azotes, apedreadas, y peligros. Así como este fue fiel a sufrir tanto por causa de sus creencias, nosotros también tenemos que hacerlo, pues es nuestro deber.
Una cosa que nunca se debe olvidar es que Jesús padeció mucho cuando, a causa de la salvación humana, dio su vida por cada uno de nosotros. Jesús fue llevado al calvario, lleno de sudor, aunque este fue secado por la manta de Verónica, le esperaban cosas horribles. Sus ruegos y lamentos en el momento de su crucifixión se conjugaba con su sudor lleno de sangre. Pero, ¿qué es lo que tenemos que tener en cuenta? Sus súplicas eran para que se hiciera la voluntad del Padre. Cada uno de nosotros tendrá que hacer lo mismo para poder agradar al Todopoderoso el resto de su vida.