Marcos significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Marcos es el apelativo del autor de uno de los evangelios de los textos santos. De manera específica, del segundo, este es un alías que se le dio, ya que su primer nombre es Juan. Marcos significa el gran martillo.
Vídeo sobre el significado bíblico de Marcos
Su madre fue una de las Marías, la cual, se piensa que tenía una buena situación económica. Debido a que poseía una gran casa en donde se efectuaban las reuniones de los cristianos.
Obra de Marcos
El término Marcos en la Biblia aparece en muchas ocasiones para hablar de la vida de este escritor. Desde muchacho acompañó a su tío Bernabé en sus recorridos, junto con él y Pablo se dirigieron de Jerusalén hacía Antioquía.
Juan viajaba como ayudante de estos hombres en sus aventuras misioneras en donde anunciaban la palabra de Dios. Sin embargo, comenzó su propia misión cuando decidió separarse en Perge con el fin de volver a Jerusalén.
Pablo se disgustó por este acto y en el momento en que Marcos quiso ir en el segundo viaje, no lo dejó acompañarlos.
Al ver esta desaprobación, su pariente abandonó al que llamaban también Saulo y se fue con su sobrino a Chipre. Durante diez años, no se tuvo noticias de estos personajes.
Pablo y Marcos se encontraron en la capital del imperio y ambos hablaron con elogios sobre el otro.
Hechos posteriores
Timoteo menciona que el autor era muy útil en la predicación, además se piensa que estuvo en Asia menor y un poco más al este. De hecho, Pedro afirma que trabajó en Babilonia, lo que confirma la teoría.
En el pasaje, lo llama su hijo, pero en un sentido afectuoso, ya que no se tienen registros de que sean familiares. Por lo que, es posible que Pedro fue quien convirtió a Marcos a la fe.
No fue un seguidor directo de Jesús y no se menciona en sus reuniones. Sin embargo, cuando arrestaron a Cristo, un hombre corrió con una sábana blanca como vestiduras. Es posible que fuera el mismo Marcos, pero ningún otro evangelista narra lo sucedido.
Su muerte tampoco está fechada, aunque acompañó a Pedro a Roma en el siglo 2, en donde le sirvió de intérprete. Allí estuvo hasta la conclusión del apostolado.
Redactó de forma detallada los sucesos de la vida del mesías, no obstante no siguió un orden cronológico. Puso mucho cuidado en escribir cada palabra que oía y no agregar nada falso.