Leoncillo significado bíblico
Definición. El significado bíblico de leoncillo, se relaciona de manera metafórica con aquellas personas que se consideran a sí mismas de una grandeza similar a la de Dios. Razón por la cual, son incapaces de reconocer la voluntad del Altísimo y aceptarla con humildad.
Vídeo sobre el significado bíblico de Leoncillo
Así como un leoncillo depende de las habilidades de sus padres para la supervivencia, nosotros lo hacemos de la gracia de Dios con el fin de sobrevivir bajo sus estatutos.
En el antiguo testamento, el Padre Celestial compara al faraón de Egipto con un leoncillo, esto por ser orgulloso y fatuo. Pero, que no es más que un ser incapaz de sobrevivir por sí mismo.
De hecho, se dice en los escritos bíblicos que debido al comportamiento de este personaje, la ira de Dios descendió sobre Egipto. Tal como si se tratase de una fiera encima de un leoncillo huérfano. Haciendo de su tierra una de completa desolación.
La tribu de Judá y el leoncillo
Por otra parte, en los escritos antiguos, se mencionan de manera recurrente las doce tribus de Israel. Estas se conformaron en su mayoría por los hijos de Jacob y se representaron también por animales de diferentes especies. Se dice, que una de las más grandes fue la de Judá. La cual, lidero a las demás y está representada por un leoncillo. De tal forma, sus integrantes son descendientes directos del rey David.
El becerro y el leoncillo andarán juntos
Las sagradas escrituras también nos dan una visión de un paraíso futuro sobre la faz de la tierra, en donde los seres humanos y los animales vivirán en un estado de felicidad absoluta. Desde allí, ya no habrá necesidades fisiológicas y permanecerá la armonía. En este caso, a manera de ejemplo, se dice que el becerro y el leoncillo andarán juntos.
Los que buscan de Dios, no pasarán hambre
En los salmos y alabanzas se nos insta a tener confianza en el Altísimo, en la misericordia que otorga a los seres humanos. Tal como el leoncillo confía y espera en la cueva la llegada del león con la presa para alimentarlo.
Por el contrario, compara aquellos seres humanos que no confían en sus designios con un leoncillo huérfano que sufre hambre y esta merced de las bestias para que le devoren.
En los salmos, el rey David hace ejemplo de ello y va un poco más allá. Puesto que, dice que no seamos como el leoncillo huérfano que pasa hambre y necesidad. Si buscamos de Dios, nada nos faltará, es decir, que bajo su protección y misericordia, viviremos días en donde veamos el bien.