Laodicea significado bíblico

laodicea

Definición. El significado bíblico de Laodicea es 'derechos humanos', o también 'derechos de la muchedumbre'. Dicha palabra viene del griego laos (pueblo) y dike (derecho). En las Santas Escrituras, esta expresión hace referencia a una ciudad que se ubicaba unos 150 km al Este de Éfeso, y también cercano a la ciudad Filadelfia. En la misma se encontraba una de las muchas congregaciones cristianas que había en la época.

Vídeo sobre el significado bíblico de Laodicea

Algunos datos de la ciudad de Laodicea

Era muy floreciente, tanto económica como industrialmente. Una prueba de que esto era así fue un terremoto que ocurrió durante el reinado de Nerón. La ciudad pudo recuperarse sin necesitar la ayuda de Roma. Esto se puede verificar en la obra Anales, escrita por Tácito.

Era muy fructífera en términos económicos por sus prácticas comerciales. Por ejemplo, importaban y vendían a nivel local la lana negra, y también diversas prendas que con ellas fabricaban. Ahora bien, contaba con una prestigiosa escuela de medicina, en donde se patentaba el polvo frigio, un medicamento usado en los ojos.

Claro está, no todo era perfecto. Laodicea tenía una desventaja bastante grande: no contaba con un suministro de agua permanente. Para que pudiera recibirla, se enviaba la misma mediante cañerías y acueductos. El problema era que, cuando el líquido llegaba a la ciudad, ya estaba tibia.

Un último detalle que era bastante interesante es que, en épocas anteriores, la localidad fue llamada Dióspolis y también Roas. Además, este centro contaba con una gran comunidad religiosa, donde su deidad principal era Asclepio (Esculapio), el dios de la medicina. En la zona también se encontraba una congregación cristiana.

Algunos datos de la comunidad Laodicea

En esta ciudad había un grupo de cristianos que, según parece, se reunían en casa de una mujer llamada Ninfa. Esta asociación quizás habrán llegado a existir por la colaboración de Épafras, un predicador muy celoso. Y seguro que las labores de otros cristianos como Pablo también contribuyeron a ello.

Ahora bien, hay que decir que el apóstol no sirvió en esa congregación. Sin embargo, sí que se preocupaba mucho por el bienestar de sus miembros; tanto que hasta llegó a escribirles una carta. Ese escrito contenía información similar a la de otras epístolas canónicas, y por eso no se encuentra en la Biblia.

Un último detalle destacable es que esta congregación fue mencionada junto con otras seis en el libro del Apocalipsis. Allí Jesucristo se expresó de su hermandad como rica materialmente, pero no espiritualmente.

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