Liturgia significado bíblico

liturgia

Definición. El significado bíblico de Liturgia, deriva del vocablo griego: lei·tour·guí·a, que se traduce en servicio público. En la Biblia corresponde a las actividades religiosas que llevaban a cabo los sacerdotes y el ministerio de Jesús.

Vídeo sobre el significado bíblico de Liturgia

Origen de la expresión Liturgia

El término se relaciona con las acciones que realizan los siervos de Dios. Esto implica el tener un espíritu de sacrificio y abnegación para ayudar a otros a acercarse a Jehová. Así como también, la demostración evidente de la fe mediante, alabanzas, ruegos y ofrendas de sacrificios.

Los eruditos la asocian con la manera que definen los actos de adoración en una religión determinada. Por lo general, las iglesias de la cristiandad emplean esta palabra, sobre todo la católica. Dicha frase alude a los rituales y demás cultos, sean religiosos o no que ejecutan.

En los libros litúrgicos, se registra las instrucciones de cómo estas Iglesias deben hacer las ceremonias. Por ejemplos, la manera en la que oficiar una misa de funerales, las dominicales y las de boda. Sin embargo, esos actos de las iglesias de la cristiandad, no constituyen un verdadero servicio público. Debido a que con sus acciones han distorsionado la ley de Jehová. Por lo que la traducción real es servicio público o sagrado a Dios.

Personajes bíblicos que prestaron un servicio público

La Biblia señala que en la nación de Israel, los sacerdotes brindaban un servicio a las personas. Este era de gran valor, porque enseñaban la ley de Dios al pueblo y ofrecían sacrificios por los pecados. Pero con el tiempo perdió esa importancia cuando el todopoderoso rechazó a Israel por su infidelidad.

Por lo que el creador del universo dispuso de alguien grandioso que sería el sumo sacerdote, refiriéndose a Jesús. Este hizo un servicio público mayor al dar su vida a favor de la humanidad. Y hoy posee autoridad en el cielo como rey entronizado.

Sigue siendo el gran sumo sacerdote y no tiene sucesores. Su servicio público es excelente como mediador del nuevo pacto de Dios. Siervos fieles del pasado prestaron un servicio público. Tal fue el apóstol pablo, quien llevó donativos a sus hermanos en la fe de Europa que necesitaba provisiones.

Ayudó también a los filipenses de forma espiritual, declarándoles las buenas noticias del Todopoderoso. Y la profetisa Ana no faltaba en el templo para dar adoración a Dios. En las escrituras se mencionan a muchos otros fieles que servían a Jehová por amor y sin recibir nada a cambio.

Subir