Lavador significado bíblico

lavador ropa

Definición. El significado bíblico de lavador, es persona de la época antigua que se dedicaba a lavar ropa. A la hora de realizar su función tenía que valerse de jabón y agua, para luego golpearla contra una roca o palo y de esta forma remover la suciedad por completo.

La palabra lavador es griega y designaba a todo aquel que se dedicara a limpiar y blanquear ropa sucia, significaba amasar, batir o pisar. Si bien en Egipto los tejidos eran de lino, los de los israelitas por lo general se conformaban por lana, un material bastante delicado.

En uno de los pasajes bíblicos del libro de Marcos, se habla de unos vestidos radiantes y blancos como la nieve. Ningún lavador sobre la faz de la tierra podría hacerlos lucir de este modo, por ello, todo tenía que ver con la obra de Jehová.

Por su parte, en el proceso de limpieza del lavador se batía la ropa en agua y jabón hasta remover la mugre. Algunos antiguos la sumergían en una solución alcalina de orina para después purificar todo con azufre.

Simbolismo del lavador

La palabra lavador se relaciona con el lavamiento, un procedimiento en el que se buscaba la purificación del cuerpo de una persona al sumergirlo en agua. La idea era que el espíritu de los hombres se renovara hacia Dios librándose de todo el mal y los pecados que le caracterizaron en vida.

El lavador de los varones de la Biblia tenía la misión de quitarles contaminación antes de entrar a cualquier ceremonia o acto sagrado. Tales cosas se les realizaron a Aarón y a sus hijos por aquellos días en los que debían acudir al tabernáculo de reunión.

No es un secreto que el lavamiento hecho por el lavador era importante también para las sectas judías que lo practicaban con constancia. Todo ello tenía fines sagrados, pero más adelante se adaptó a los hábitos que conocemos en la actualidad que tienen que ver con la pulcritud del cuerpo antes de sentarse a comer en la mesa.

El lavador y la transfiguración de Cristo

En el libro de Mateo se nos indica que Jesús llamó a sus apóstoles Pedro, Juan y Jacobo llevándolos aparte en el monte alto. La finalidad de ello fue transfigurarse en sus presencias, por lo que, su vestimenta se tornó de un blanco tan reluciente como el de la nieve. Su resplandor era algo que ningún lavador sobre la tierra podría imitar jamás.

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