Látigo significado bíblico

latigo

Definición. El significado bíblico de látigo es un instrumento usado para flagelar y castigar a algún animal o persona. Por lo general, suele estar confeccionado con ramales de cáñamo, siendo más gruesos en las puntas.

Tanto en el antiguo testamento como en el nuevo se hace presente este término. Sin embargo, en el primero de ellos se destaca su uso particular en Proverbios 26:3. 'Para el caballo, el látigo; para el burro, la rienda; para el tonto, el palo'.

Este objeto también solía ser empleado por el rey Salomón a manera de castigo a los israelitas, tal y como afirmó su hijo Rehoboam. Además, en el nuevo testamento se hace referencia a este instrumento cuando Jesús expulsa del templo a los vendedores. Para esta acción, el hijo de Dios elaboró un látigo con cuerdas, espantando así a todos los mercaderes con bestias.

Algunas interpretaciones afirman que Jesucristo solo empleó el azote a los animales, más no para las personas presentes. A estos últimos los echó de manera verbal. Este instrumento ha sido siempre objeto de castigo o también para incitar a trabajadores o esclavos a cumplir su labor.

Uso del látigo en tiempos antiguos

Los judíos manejaban el látigo de manera particular. Consideraban castigar con 40 azotes, pero casi siempre disminuían uno para no sobrepasar la regla. Además, empleaban 3 flagelos en el mismo instrumento, por lo que en realidad daban 13 golpes al castigado para un total de 39. Los romanos ejecutaban el látigo sin enumerar azotes, todo quedaba a merced del mandatario.

Por otro lado, en la época romana este instrumento era visto con mucho temor. Los sometidos quedaban tan flagelados y maltratados al punto de fallecer por el increíble dolor y tormento. Esto fue lo que buscaba Pilatos con Jesús, no quería condenarlo a muerte, pero que sí falleciera por los azotes. Sin embargo, la pasión de Cristo soportó todos estos flagelos hasta ser condenado a la crucifixión.

¿Para qué se usa el látigo hoy en día?

En la actualidad, el látigo se emplea en disciplinas cristianas de flagelación propia, una de ellas es la mortificación de la carne. En estas actividades los azotes llevan 7 ramales que representan los pecados capitales. Cada una de las cuerdas posee 3 puntas gruesas que recuerdan los días que tardó Jesús en resucitar.

Estos rituales religiosos son comunes durante la Cuaresma y Semana Santa. Además, en muchos pueblos y regiones se considera como una tradición hecha por varios hombres para recordar la pasión de Jesús.

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