Labor significado bíblico

labor

Definición. El significado bíblico de labor, es acción de trabajar o desempeñarse en algún oficio. En la antigüedad, la mayoría de las personas elaboraban tejidos a mano, cosían, bordaban o se encargaban de labrar la tierra en las diversas operaciones agrícolas.

En la gran mayoría de ocasiones, la labor que se realizaba requería de un pago monetario o una especie de trueque entre los beneficiarios. Se trataba de una actividad cuyo principal objetivo era enriquecer al usuario para que este pudiese solventar su situación económica y la de su familia.

Relación entre la labor y el trabajo

La palabra labor hace referencia a cualquier clase de trabajo que efectúe una persona en un momento determinado. En los tiempos del antiguo testamento eran oficios sencillos consistentes en actividades que tenían que ver con la agricultura o con la labranza de las tierras.

Cabe señalar que la labor estaba destinada como un mandato de Dios para que los hombres y mujeres se sintieran útiles en sus rutinas. A la vez, les permitía sustentar a sus familias o adquirir diversos productos que les resultarían beneficiosos en su cotidianidad.

La labor también obedece a uno de los diez mandamientos que nos dejó el señor desde los días en los que vivió Moisés. La Biblia nos indica la importancia de trabajar seis veces a la semana para descansar al séptimo.

La labor más común de los antiguos

La labor más frecuente que se desempeñaba en los tiempos antiguos, tenía que ver con ser pastor o agricultor. Sin embargo, existían obreros que se dedicaban a las artesanías y que solían venderlas en los mercados.

Otra labor común era la de ser empleado doméstico o criado de los personajes que contaban con mejores capacidades adquisitivas. Si bien es cierto, en la mayoría de los casos se trataba de esclavos, pero en épocas más modernas, las condiciones sociales fueron menos injustas para los hombres.

Elementos negativos de la labor

A pesar de que la labor poseía una connotación positiva, existieron casos que le dieron una representación negativa. La razón de ello, es que las personas se dejaban envilecer por el dinero desmedido, por eso, dedicaban muchas horas de trabajo, olvidándose del tiempo de alabanza hacia el señor.

En ocasiones, la labor podía tornarse en algo doloroso y molesto que hacía que los resultados no fuesen los más fructíferos para las personas. Este tipo de cosas podemos verlas reflejadas en algunos de los pasajes del libro de Eclesiastés.

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