Judas (epístola) significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Judas, es una epístola que forma parte de diversas cartas universales que tienen que ver con el nuevo testamento.
En cuanto al personaje de Judas, se presume lo siguiente en Marcos 6:3. '¿No es este el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus parientes? Y se escandalizaban de él.'
Temas centrales de la epístola de Judas
Lo que se trata en la epístola de Judas se refiere a temáticas comunes. Uno de esos problemas tenía mucho que ver con la herejía. Es por eso, que la primera parte del libro la aborda y nos indica cuál es el verdadero proceso de salvación. Lo que conducirá a los seres humanos hacia la vida eterna.
De tal modo, Judas advierte a los lectores todo respecto al castigo de Dios y a la oposición de aquellas personas que le desobedecen. Se nos recalca que los creyentes deben sentir compasión por su prójimo y con los que cometen pecado. Tal y como lo hizo Cristo cuando descendió a la tierra en forma de carne.
Por su parte, la epístola de Judas es bastante clara. Está en desacuerdo con aquellos que socavan la fe verdadera e incitan a los demás a unirse a sus falsas doctrinas. Así lo refleja el siguiente versículo de Números 14:29. 'En este desierto caerán vuestros cuerpos; y los que se contaron de entre vosotros, de veinte años arriba, los cuales murmuraron contra mí.'
La perseverancia continua
Por otra parte, en la epístola de Judas es preciso apreciar diversas advertencias a tener en consideración para no cometer pecado. Se nos invita a ser perseverantes en el Señor y a poseer fe en sus palabras de vida.
Haciendo caso omiso a los burladores que aman las cosas terrenales y siembra la semilla de la discordia entre sus semejantes. Todo esto, con el fin de alejar a los creyentes de seguir el camino y la santa voluntad del Creador.
Judas, el siervo de Cristo
La idea principal de la epístola de Judas, consiste en difundir un mensaje de esperanza para la comunidad cristiana. El autor se proclama a sí mismo como un hermano de Jacobo y siervo de Jesús. Se santifica en el nombre del padre y del Espíritu Santo.
Es por eso, que su obra se difundió tanto en la mayoría de Iglesias y varios participantes de la doctrina la siguen analizando y estudiando hasta el día de hoy.