Jubileo significado bíblico

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Definición. El significado bíblico de Jubileo es fiesta importante y sagrada, celebrada por los judíos. Esta tenía la finalidad de que los habitantes demostraran fe, agradecimiento y disfrutaran de las provisiones. En el año del jubileo se abolían las deudas, se entregaban las propiedades a los dueños originales y se les daba libertad a los esclavos.

Vídeo sobre el significado bíblico de Jubileo

¿Por qué se celebraba el Jubileo?

Cuando los israelitas entraron en la tierra prometida, Dios estableció que cada siete años, se festejaría un año sabático. Durante ese tiempo no se debía sembrar, cultivar ni segar, ya que se tenía que dejar descansar a las tierras. Con esto, ellas se podían regenerar y ser más productivas en el futuro.

Ahora bien, para festejar el Jubileo, el pueblo debía contar un período de 49 años. Entonces el próximo año se celebraría la fiesta. En esta se tocaba el cuerno de un carnero para establecer la libertad de toda la tierra. Esa ocasión, se podía comparar en cierto modo al año sabático.

La institución de esta fiesta, traía beneficios a la nación, a nivel individual y colectivo. Cuando el pueblo, obedecía las normas de Dios y cumplía con los requerimientos de Jubileo, agradaban al creador. Por eso, ellos restauraban su condición espiritual delante de Jehová. Además, la economía nacional se mantenía estable y no se acumulaban deudas pesadas.

¿Qué cosas se hacían en el Jubileo?

Se proporcionaba una regla constante de valores sobre la tierra. Por un lado, descansaba durante dos años y por el otro, se les devolvía a sus dueños. En algunas ocasiones, los israelitas que estaban en un apuro económico y tenían que vender sus tierras a sus hermanos. Sin embargo, como Jehová era el verdadero dueño de todo, se consideraba que ellos poseían un lugar en calidad de préstamo.

Por lo tanto, no se podía vender un terreno de manera definitiva y privar a las futuras generaciones de su herencia. Por eso, en el año del Jubileo, quienes habían adquirido una tierra ajena, debían devolverla a sus dueños originales. Ahora bien, en el caso de que un israelita tuviera que venderse como esclavo a otro, por una deuda económica, tenía una esperanza.

En el día de Expiación, cuando se tocaba el cuerno, se declaraba la libertad plena. Esto quería decir que todos los esclavos podían volver a sus familias. La deuda era pagada a los amos por Jehová. Por eso, este era un año de bendiciones y agradecimiento por parte de todos los habitantes hacia Dios.

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