Joa significado bíblico

Definición. El significado bíblico de Joa, es nombre propio de varios personajes que se mencionan dentro del antiguo testamento. El término viene del hebreo y se traduce como Jehová es hermano.

Joa, el canciller de Ezequías

Joa fue uno de los hijos de Asaf y uno de los tres comisionados a Rabsaces. Se habla de tal personaje en el libro de los reyes, en la parte donde Eliaquim salió al encuentro junto con Sebna el escriba. Todo aconteció cuando Senaquerib decidió invadir a Judá por los días en los que Ezequías ejercía su mandato como rey.

Subió contra las ciudades que fueron fortificadas porque deseaba tomarlas bajo su poder y le pidió a Ezequías toda la plata de la casa de Dios. Entonces el rey de Asiria envió un gran ejército y salió a su encuentro Eliaquim, Sebna y Joa, canciller.

Los porteros oficiales y Joa

Por otro lado, Joa fue el tercer hijo de Obed-edom que desempeñó la labor de portero del templo de Jehová. Tanto a él y a sus compañeros se les distribuyó de acuerdo a la casa de sus padres, sobresaliendo así personajes como Meselemías, Zacarías, Elam y otros.

Dentro de los descendientes de Obed-edom figuró Semaías, Jozabad, Joa, Sacar, Natanael, Amiel, Isacar y Peultai. Todos ellos alcanzaron las bendiciones de Dios porque eran varones valerosos y esforzados que se destacaban en la batalla. Su linaje fue uno de los más grandes y nobles que existió sobre la tierra.

Joa el levita

Joa fue un levita de los hijos de Gersón y de la línea genealógica de Leví que aparece en el primer libro de las Crónicas. Entre sus hermanos estaba Libni, Iddo, Zera, los que se contaron junto con los miembros de la familia de Coat y Merari.

Asimismo, Joa estuvo presente cuando se llevó a cabo el dominio de Ezequías en Jerusalén. Por aquellos tiempos, se restableció el culto del templo en el primer año de su reinado porque las puertas se repararon.

Entonces vinieron los sacerdotes y los levitas como Joa para reunirse en la plaza oriental y santificarse en el nombre del Altísimo. La idea es que todos sus miembros se desprendieran de la inmundicia y del pecado que recibieron por apartarse del tabernáculo sagrado.

Era importante que la ira de Jehová se apaciguara a través del pacto que quitaría el ardor de su furia. Por ende, Joa y los demás tenían que servirle siendo sus ministros y quemando el incienso del lugar sacro.