Sacar significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Sacar es salario. Es posible que durante la época en la que vivió el rey David, ese nombre fuera muy popular. Esto se debe a que dos hombres relacionados con él, los llamaron así. Ellos cumplieron cargos afines con la protección del monarca.
¿Quién fue el hijo de Sacar?
Era uno de los soldados que formaba parte del ejército de David. Su padre Sacar, el hararita, era miembro del pueblo de Israel. Su descendiente se unió al ungido de Jehová, mientras se encontraba huyendo por su vida. La razón era que Saúl, el rey de ese momento, lo quería matar porque lo consideraba su enemigo.
Es probable que Ahiam, fuera uno de los guerreros que acompañaban a este valiente hombre por mucho tiempo. Cuando David tuvo que huir a la tierra de los filisteos, le pidió al rey Gad que le diera una porción de terreno. Allí se establecieron con sus familias por unos 16 meses. Ellos salían a enfrentar y saquear a otros cananeos y le hacían ver al monarca, que atacaban a los israelitas.
Una vez que David se le entronizó, contaba con un grupo de guerreros valerosos, que se destacaron por sus acciones heroicas. Ahiam se cuenta entre ese selecto equipo que estaba dispuesto a dar su vida por su señor.
Además, tenía varias habilidades en la lucha y era capaz de eliminar a muchos hombres. Al padre se Ahiam, en el 2 Samuel 23:33 se le llama Sarar. Sin embargo, no hay dudas de que es el mismo.
¿De qué manera sirvió Sacar a David?
Este rey tenía el deseo de edificar un templo, que fuera el centro de adoración a Jehová. Sin embargo, Dios le hizo saber que él no sería el responsable de construir su casa. Esto se le encargó a su hijo, Salomón. Aunque esta fue una triste noticia, él se abocó a ser todo lo que pudiera para colaborar.
Una de las cosas que hizo, fue organizar a los levitas y a los trabajadores del templo. Eso incluyó a los cantores, tesoreros y porteros. Sacar, el hijo de Obed-edom y el resto de sus hermanos se les asignó el cuidado de la puerta de la casa de Jehová.
A ellos se les dividió en grupos, para trabajar durante siete seguidos. Se tenían que asegurar de abrir y cerrar en el momento correcto. Además, poseían la responsabilidad de cuidar los objetos y las contribuciones que el pueblo llevaba.