Jazera significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Jazera, es nombre de uno de los moradores de Jerusalén. Él habitó en compañía de sacerdotes como Masai y otras personas de la antigüedad que regresaron del cautiverio en Babilonia. La mayoría de sus registros se nos presenta en los escritos del libro de las Crónicas.
Jazera y los que retornaron de Babilonia
El nombre de Jazera se escribió de acuerdo a su genealogía en los textos de los reyes que tuvo Israel. Hay que tener en cuenta que en ese momento el pueblo de Judá pasó a vivir al desierto de Babilonia a causa de sus iniquidades y deslealtad hacia el señor.
Después de cierto tiempo, Dios decidió de que varones, como Jazera y sus hermanos, podían regresar a habitar en sus posesiones.
Al lado de Jazera se encontraban los sacerdotes, levitas, sirvientes del templo e hijos de la casa del rey. A la vez, estaban los descendientes de las tribus de Judá, Benjamín, Efraín y Manasés, ellos se devolvieron a la ciudad de Jerusalén.
De la familia de Jazera se designaron diversos jefes de las casas de sus padres. Entre algunos de los del pueblo, llegaron a contarse un total de setecientos sesenta hombres que se capacitaron muy bien para la obra del servicio en el templo de Jehová.
Clasificación de Jazera y sus semejantes
En aquel día que los israelitas retornaron del exilio al que se les sometió, el señor les clasificó para que morasen en las ciudades de acuerdo a sus genealogías. En el caso particular de Jazera, podemos decir que el integró parte del cuerpo de los sacerdotes.
En los registros de las Crónicas encontramos a Jazera junto con otros célebres personajes, por ejemplo, Jedaías, Azarías, Meraiot o Malquías. El total de ellos fue de mil setecientos sesenta, se caracterizaron por sus buenas habilidades al obrar para Dios.
Servicio de Jazera en la congregación
La historia bíblica nos dice que Jazera fue del mismo linaje de los sacerdotes de Israel. Es por ello, que no ponemos en duda que trabajase en conjunto con el grupo de los levitas. Quizá estuvo en compañía de Obadías o Berequías, hombres en la fe que servían en la casa del señor.
Recordemos que quienes eran sacerdotes o levitas, tenían que ocuparse de los asuntos más sagrados del pueblo. En sus manos estaba a cargo todo lo concerniente al tabernáculo de reunión y la congregación de los hombres y mujeres, hijos de Jehová.