Jarro significado bíblico

jarro

Definición. El significado bíblico de jarro, es vasija de barro o cántaros con una o dos asas. En su interior cabían grandes cantidades de líquido, dependiendo de su tamaño y elaboración. Los materiales más empleados de construcción eran loza, vidrio o metal.

El jarro se parecía a un recipiente que resultaba de gran utilidad para los antiguos habitantes de Israel y otras latitudes. A veces se vertían con vino, agua y demás sustancias en estado líquido que saciaban la sed de las personas o complementaban su proceso de alimentación. De igual modo, se empleaban para guardar diversidad de granos.

Principales usos del jarro en la Biblia

A lo largo de los pasajes de las escrituras apreciamos que el jarro formó parte relevante de sus vidas y de la cotidianeidad. Aquellos que se elaboraban con materiales finos como el bronce, oro, plata o alabastro, eran perfectos para enterrar las lágrimas de los familiares afligidos de personas que morían.

Existen registros de jarros diseñados de forma elegante que se disponían en las tumbas egipcias pertenecientes a gobernantes de la época con mucho poder. A la par, solía fabricárseles de cuero con la finalidad de que los líquidos no se derramaran al transportarse de un sitio a otro.

El jarro en la Biblia fue fundamental en las labores de los pobladores que necesitaban almacenar vino en vasijas poco profundas. Aquellos que tenían una sola asa se podían sumergir en los pozos para sacar el agua que se llevaría hacia los hogares. Por lo general, eran las mujeres las que se encargaban de efectuar tal labor todos los días.

Simbolismo espiritual del jarro

A lo largo de las santas escrituras se nos enseña que la mente del necio es como un jarro que está roto. Esto quiere decir que, no es capaz de retener ninguna de las nuevas enseñanzas que sus semejantes le confieren.

La fragilidad del jarro también sirve para referirse a los seres humanos que temen a la muerte, a los enemigos espirituales y a las amenazas de su entorno. Sin embargo, el único modo de refugiarse consiste en creer en la palabra del Señor que nos invita a tener esperanza en la fe.

Jehová nos dice que no todo se desmorona o rompe como un jarro, a pesar de las crisis que enfrenta el mundo, el Señor nos hace conscientes de la fragilidad humana para adentrarnos en sus propósitos de vida y olvidar la divinidad de donde provenimos.

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