Idala significado bíblico

idala

Definición. El significado bíblico de Idala, es ciudad o villa que se dispuso en el territorio que perteneció a la heredad de Zabulón. Su nombre aparece junto con Catat, Naalal, Simrón o Belén, en total eran doce, cada una con sus aldeas.

El término Idala es hebreo y en español significa memorial de Dios. Respecto a su ubicación, es poca la información que se maneja, ya que se trató de un pueblo fronterizo e incluso, hay estudiosos que la identifican con Khirbet el Huwarah.

Vídeo sobre el significado bíblico de Idala 

https://www.youtube.com/watch?v=HY3p8hFXHiU

Idala y los territorios de Israel

Idala figura en los escritos de Josué, cuando se habla de la herencia de Simeón. Aquí se nos describe la última repartición de las tierras que Jehová le prometió a sus hijos dispuestos cada uno por sus familias y asentados en las tribus de Israel. Tanto él como los demás personajes se interesaron en poseer su parte de la heredad, puesto que, se las legarían a sus descendientes.

A pesar de que los límites de Idala no son precisos, los versículos hacen alusión a las ciudades más relevantes en las que moraron los pobladores antiguos. De igual modo, se referencia que se trató de un lugar fronterizo perteneciente al territorio de una herencia en particular.

Idala y la suerte conforme a las familias

En la tradición antigua, era muy común que se echaran suertes con la finalidad de definir la tierra que le pertenecería a cada grupo o núcleo familiar. La segunda de ellas fue para Simeón y su heredad se situó en medio de la de los hijos de Judá. La tercera dada a los de Zabulón conforme a sus familias y sus límites eran amplios, pasando el norte.

Es aquí cuando se hace alusión a 12 ciudades repartidas cada una con sus aldeas, donde figura Idala, Belén, Catat, entre otras. Mientras que, la cuarta suerte le tocó a los del grupo de Isacar y la quinta fue para los de Aser.

El agradecimiento a Jehová en Idala

Luego de que se realizó todo el procedimiento con la repartición de las tierras a los de las tribus de Israel, se inició el momento de oración y agradecimiento a Dios. Los habitantes de Idala y otras ciudades como Belén, se sentían contentos por la porción del territorio que les tocó, es por eso, que siguieron obedeciendo la palabra de Jehová. Sin dejar de lado, la edificación de altares sagrados y lugares de adoración al Altísimo.

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