Huri significado bíblico

huri

Definición. El significado bíblico de Huri, es nombre de uno de los varones que integró la misma descendencia de Gad. Se le menciona en los registros de las crónicas junto con Micael, Abihail, Jaroa, Jahdo y Buz.

La traducción del vocablo Huri, significa tejedor de lino. Aunque hay ciertos estudiosos que consideran que es de lienzos.

Huri en la descendencia de Gad

La aparición de Huri en la Biblia, nos dice que fue uno de los que habitó en la tierra de Basán, que llegaba hasta Salca. También afirma que perteneció a la misma línea genealógica de uno de los patriarcas llamado Gad.

A los varones como Huri se les confirieron papeles sobresalientes en ese contexto tan antiguo. A algunos se les asignaron diversos territorios de los que tuvieron que hacerse cargo durante toda su vida. Ciertos de estos personajes, se convirtieron en los jefes principales de las casas de sus padres.

Las escrituras refieren que Huri y sus semejantes habitaron en zonas como Galaad, Basán y en sus aldeas. Se mencionan los ejidos de Sarón y otros de igual relevancia. Además, a todos ellos se les contó por sus generaciones en los días del Rey de Judá llamado Jotam y en la presencia de Jeroboam.

Las predicciones para la familia de Huri

Los capítulos que narran la historia de Huri, hablan de la descendencia de Rubén que se les dio a los hijos de José, uno de los descendientes de Israel. Sin embargo, el liderazgo para los de este pueblo se llevó de la mano de Judá, uno de los parientes de la misma línea genealógica de Cristo.

Recordemos que la tribu de Huri fue la de Gad, esta es una de las que se asentó en la orilla del río Jordán junto con la de Manasés. Sin embargo, algunos de estos hombres y mujeres se rebelaron contra el creador de sus padres.

Se dice que se prostituyeron en pos de los dioses ajenos que habitaban en la misma tierra en la que les tocó morar. Este es el motivo por el que Jehová se molestó con ellos y despertó los espíritus de ciertos reyes asirios para que se los llevaran como cautivos.

Entre estas personas que sufrieron un terrible destino estuvieron los rubenitas, gaditas y la media tribu de Manasés. El señor condenó a Huri y a sus semejantes a habitar sitios como Halah, Habor y Hara hasta el río Gozán.

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