Hermón significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Hermón, es nombre de un monte o montaña que marca su límite sur con la región ante-Líbano. Se dice que su cerro es uno de los más grandes encontrados, llegando a medir unos treinta y tres kilómetros de largo.
Hermón guarda una relación directa con Amana, otra de las cumbres más famosas de la Biblia en la que se hace referencia en el libro de los cantares. Se encontraba situada en la misma zona. La traducción de este término quiere decir anatema, separado o que se consagra a la destrucción.
Es importante acotar que el nombre Hermón se conoció de diversas maneras de acuerdo a las costumbres de los amorreos. Algunos le reconocían por Shenir, Senir, mientras que los sidonios le decían Sirión, así se registra en varios pasajes antiguos de la Biblia.
Hermón en la derrota al rey de Basán a manos de los israelitas
El libro de Deuteronomio es claro con uno de sus textos en los que se atribuye a los israelitas una victoria cerca de Hermón. Ellos partieron de camino de Basán, saliendo a su encuentro su rey llamado Og, porque quería darles guerra junto con todo su pueblo.
A pesar de que el ciervo debió sabía el que tendría que enfrentar una batalla contra sus enemigos, Jehová se comunicó para infundirle aliento. Le dijo que no sintiera temor porque en su mano entregaría a toda la tierra junto con sus moradores, tal como sucedió con el rey de los amorreos que gobernaba sobre Hesbón.
Es así que Dios les concedió la victoria a los israelitas, ellos tomaron las ciudades de Basán, entre esas se arrojó un total de sesenta. También mataron a todas las mujeres, hombres y niños, y tomaron para ellos el ganado y los despojos que quedaron. Se adueñaron de la tierra que iba de Arnón hasta el monte Hermón.
Otras menciones de Hermón en la Biblia
En un capítulo de los salmos se nos dice que Dios les hizo saltar como becerros, al Líbano y a los de Hermón, cual hijos de búfalos. Este mensaje nos invita a dar gloria a Dios, sobre todo, los moradores de los territorios, quienes deben honrarle y adorarle.
El salmista que nos habla de Hermón establece el dominio de Dios en el Reino de la tierra y en lo que tiene que ver con la naturaleza que él creó. En todos los fenómenos naturales podemos percatarnos de su gloria, por ejemplo, en la tormenta, montañas o relámpagos.