Gur-baal significado bíblico

gur baal

Definición. El significado bíblico de Gur-baal, es nombre que le perteneció a un lugar o ciudad que se contó dentro de la lista de conquistas realizadas por el rey Uzías. La terminología hebrea quiere decir cachorro del gobernador, estancia o estadía de Baal.

En el segundo libro de las crónicas se habla de Gur-baal como una región en la que convivían grupos de hombres árabes. Pese a que los detalles geográficos son escasos, es probable que el lugar se encontrará posicionado en Edom. La razón es que allí convivían estos personajes en los tiempos por los que gobernó Uzías.

Gur-baal y el nuevo reinado

Después de la muerte de Amasías, el pueblo de Judá tomó a Uzías para colocarle como su nuevo gobernante. Este varón tan sólo contaba con dieciséis años de edad cuando comenzó a ejercer su periodo de mandato que se prolongó durante cincuenta y dos.

De Uzías se tenía un buen concepto porque hizo lo recto ante los ojos de Jehová y nunca desobedeció sus estatutos. Además de las visiones que tuvo, se reconoció por sus victorias en las peleas contra los filisteos edificando ciudades en sus tierras. Dios le concedió la ayuda para ello y también para acabar con los árabes qué moraban en Gur-baal.

Gracias a las derrotas que realizó en sitios como Gur-baal, obtuvo una amplia popularidad, es por ello que los amonitas le llevaban presentes. Su fama fue tanta qué se divulgó hasta la frontera de Egipto porque su poder fue de los más reconocidos. De este modo, siguió edificando torres en Jerusalén y fortificando las ciudades.

Las conquistas del rey en Gur-baal

Cuando el rey luchó contra los árabes en Gur-baal, también se encargó de conquistar otras regiones cómo en las que vivían los amonitas. El hecho de apropiarse de nuevos territorios y de contar con poder excesivo, hizo que su corazón se convirtiese a la ruina. A partir de tales acontecimientos, se rebeló en contra del señor.

En la Biblia se afirma que Uzías entró en el templo sagrado del creador y quemaba incienso en el altar. Por ello, los sacerdotes que eran varones valientes se le adelantaron y le dijeron que eso no le correspondía a él porque este era un acto del santuario que ofrecía la Gloria delante de Dios.

Después de las cosas realizadas por el rey en la ciudad de Gur-baal, hicieron que se convirtiera en un hombre iracundo y la lepra le brotara de su frente como castigo por su ofensa.

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