Ezequiel significado bíblico

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Definición. El significado bíblico de Ezequiel es Dios fortalece. Este hombre se le escogió entre los israelitas que vivían en el exilio en Babilonia para ser el portavoz de Dios. Se presume que su labor comenzó después de cumplir 30 años de edad. No se conoce con precisión la razón que tuvo Dios para esperar este momento. Sin embargo, puede ser porque ese tiempo ya tenía una madurez espiritual considerable.

Vídeo sobre el significado bíblico de Ezequiel

Circunstancias favorables para Ezequiel

Él era el hijo del sacerdote Buzí, esto lo llevó a saber todo lo relacionado con el templo. Desde las actividades que se realizaban, los deberes de los levitas y conocía a profundidad la Ley. Aunque al comenzar su trabajo como profeta, no se encontraba en Jerusalén, en el pasado tuvo el privilegio vivir allí. En su juventud, pudo conocer a Jeremías y sus profecías.

Además, él disfrutó del honor de ver, durante el reinado de Josías, cómo el monarca destruyó los lugares de adoración a las deidades falsos. Este rey, también reparó la casa de Dios e hizo todo lo que estuvo en su mano por restaurar la adoración pura a Jehová. Estas experiencias fueron cruciales, para formar el buen juicio de este hombre.

¿Cuál era el contexto en el que Ezequiel profetizó?

Cuando Nabucodonosor se llevó a la mayoría de los israelitas a su país, dejó un pequeño grupo en Jerusalén. Entre estos se encontraba Jeremías, él se encargó de dar los mensajes de Dios al pueblo y observó los actos corruptos de muchos de los gobernantes. Esto hizo que este grupo de personas pudieran tener el templo, un sumo sacerdote y un profeta que los hiciera recapacitar y los orientara.

Esto no quiere decir que los judíos que se encontraban en Babilonia, no tenían a ningún representante de Jehová. El creador asignó a Ezequiel para asumir ese trabajo. Es por eso, que él se encargó de instruirlos y ser su consejero. Aunque formaba parte de una familia sacerdotal, este no realizaba sacrificios.

El trabajo de Jeremías y Ezequiel no era nada fácil. Ambos tuvieron que combatir las ideas erradas que tenían los judíos en los dos lugares. Ellos pensaban que en poco tiempo Dios acabaría con la dominación babilónica y Jerusalén saldría exitosa. Jeremías les envió una carta a los desterrados, indicando que debían vivir en paz con sus amos. Esto era porque todavía faltaban siete décadas, antes de ser liberados.

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