Etíope significado bíblico
Definición. El significado bíblico de etíope, es calificativo que se otorga a la persona que es procedente de Etiopía, un país africano. Se les suele denominar de esta manera a las poblaciones de raza negra.
Se relaciona la palabra etíope con quienes eran cusita, es decir, la gente perteneciente a Cus y los habitantes de la misma península.
La Biblia también habla de un soldado del ejército judío que era etíope. Este varón se encargaba de llevar las malas noticias al frente del mandatario que estuviese de turno. Ciertas versiones de las escrituras le identifican más por ser un cusita.
El eunuco etíope
A lo largo de los pasajes de la Biblia, apreciamos la historia de un eunuco que era etíope. Se le cataloga como un prosélito judío porque se encontraba en Israel con la finalidad de adorar a Jehová en el templo sagrado de reunión.
Quizá lo más sobresaliente del etíope, es que tuvo un encuentro con uno de los evangelistas llamado Felipe. El libro de los hechos nos revela que ese acontecimiento cambió su modo de pensar y por ende, el rumbo que llevaba en su vida.
Este eunuco etíope era un hombre al que se le castró para que sirviera de forma fiable en el cortejo de la familia real. En ese mismo momento, Felipe fue uno de los siete diáconos que llevaba el Evangelio por todas partes del mundo, de manera especial, en Samaria.
Los acontecimientos que sucedieron al eunuco etíope
Felipe se encontraba en su recorrido habitual cuando un Ángel se le apareció y le dijo que se dirigiera al sur. Él no dudó en hacer caso a las instrucciones, pero en el camino le surgió un carro en el que se encontraba el eunuco etíope.
Cuando Felipe se le acerca al etíope, se percata de que va leyendo el libro de Isaías, sin embargo, no comprendía nada de la lectura. En su mente rondaba la duda respecto a quién se dirigía la profecía que hablaba en realidad sobre Jesucristo.
Sucedió, entonces, que el evangelista le explicó al etíope todo lo concerniente a aquel pasaje de la Biblia. Después de ello, este personaje pidió que le bautizaran para convertirse al cristianismo de inmediato, se trató de un suceso que cambió su vida por siempre.
Cuenta la historia que después de esto el espíritu del señor arrebató a Felipe y el eunuco no volvió a verle nunca más. No obstante, siguió gozoso su camino.