Esquife significado bíblico

esquife

Definición. El significado bíblico de esquife, alude a un barco pequeño que tienen las embarcaciones para dirigirse a tierra. Es un bote auxiliar que hoy día se utiliza como canoa salvavidas y también en la pesca.

Descripción del esquife

En países del Reino Unido, se aplica el término a embarcaciones pequeñas, fluviales y marítimas. Existen una gran variedad que incluye a los botes de vela o botes con remos en cada extremo. Estos barcos, por lo general, son de fondo plano y su proa es puntiaguda. Se elaboran en madera.

Vídeo sobre el significado bíblico de Esquife

Sin embargo, la materia prima para su construcción, han cambiado con el tiempo. Hoy día, se usa otros materiales. De allí que existan esquife de plástico, acero y polietileno. Algunos poseen un pequeño motor que sirve de impulso.

Otros, usan velas para agarrar velocidad y navegar, y algunos más, remos. Estos tienen como función principal, trasladar a los marineros y viajeros a tierra desde las naves de mayor tamaño o calado.

Pero por ser pequeños y livianos, muchos lo emplean en actividades pesqueras, para atravesar ríos y en competencias. El bote soporta una cantidad reducida de personas. De ese modo puede navegar sin complicaciones. Eran muy utilizados en la antigüedad.

Referencias del término esquife en la Biblia

En las escrituras se cita la palabra en varios pasajes. En la época del apóstol Pablo, se empleaban este tipo de barco. De hecho, en sus viajes misionales, anduvo muchas veces esas naves. En tres ocasiones naufragó, es decir, quedó a la deriva en alta mar. El relato describe una de las grandes embarcaciones.

Era un barco de vela, con dos remos en la popa. Además, poseía una máscara de proa, alusiva al Dios Zeus. Detrás, en la popa de la embarcación, se podía observar un esquife, la barca pequeña. Ese se emplearía para llegar a la otra orilla luego que anclara cerca de la costa. Durante las tormentas, se debía izar ese bote.

Así evitaban que se hundiera o dañara. Cuando Pablo navegaba, se desató una fuerte tempestad. Los tripulantes y marineros tuvieron que amarrar la barca con cuerdas y cadenas.

Debido a la fuerza del viento que hacía difícil sujetarlo. También, decidieron liberar espacio y peso de la embarcación, al arrojar por la borda parte de la carga. De igual modo, reforzaron las palas del timón. De esa forma la resguardaron de cualquier daño. Ya que con ella podían desplazarse hasta la orilla en caso de naufragar.

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