Doctor significado bíblico

doctor

Definición. El significado bíblico de doctor, es calificativo que se les da a los que se dedican a curar o prevenir las enfermedades de la población. Tales profesionales tienen el título o grado académico que les certifica o autoriza para ejercer la profesión de médicos.

La palabra doctor también se asigna a algunos Santos que sobresalieron a profundidad por sus actos realizados en vida. Sin dejar de lado, el título honorífico que se concede a las personas eminentes.

¿Qué hacía el doctor de los tiempos antiguos?

Se le llamaba doctor a toda persona que se dedicara a sanar diversos padecimientos de la gente. Ellos tenían la capacidad de realizar diagnósticos en cuanto a cualquier clase de enfermedad. La idea era llegar a la curación de la misma a través de un tratamiento en específico.

El doctor de la antigüedad respondía a toda clase de manifestaciones que tuviesen que ver con la salud de los pobladores. Se trataba de una profesión que con el paso del tiempo fue evolucionando hasta convertirse en lo que conocemos hoy en día.

En los viejos tiempos, la palabra doctor se asociaba con aquellos vocablos capaces de definir la profesión de los maestros o los que sabían. En la era moderna, se les llama médicos, aunque no tengan el mismo grado académico.

Doctor en la Biblia

El término doctor se usa en ciertos pasajes bíblicos con la finalidad de referirse a eruditos de origen judío. Se trataba de un cuerpo de maestros o expositores que cursaban una clase de estudios bastante distintivos al de los demás.

Para que uno de estos judíos pudiese alcanzar la distinción de doctor, tenía que aprobar diversos exámenes, ya que, de lo contrario no se le reconocería de manera oficial. Más adelante estas tradiciones se codificaron en libros como el Talmud.

El doctor en la fe

Si bien es cierto, Cristo fue un personaje capaz de realizar una serie de numerosos milagros, pudiéndosele considerar como un doctor. En los pasajes del libro de Lucas se relata la historia de una mujer que tuvo flujo de sangre por doce años.

Las escrituras refieren que la dama acudió a un doctor y a diversos médicos que en nada pudieron ayudarle. Sin embargo, ella al ver a Jesús se acercó para tocarle la parte trasera de su manto y al instante, se curó del mal que le afectaba. El señor le concedió la sanación gracias a la fe que la caracterizaban.

Subir