Día de la expiación significado bíblico

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Definición. El significado bíblico de día de la expiación, es conmemoración solemne o fiesta que se rinde a Dios. De manera similar a Yom Kippur o a la fecha de reposo, se trata de una especie de celebración importante para los creyentes de la palabra.

El día de la expiación permite a los hombres y mujeres conseguir la salvación. Dios les llama sus santos a quienes trazan un pacto con él a través del sacrificio o el culto. La Biblia nos indica que el señor juntará a los hijos que guarden esta clase de celebraciones en los últimos días, colocándoles por alabanza y brindándole su honor.

Origen del día de la expiación

El día de la expiación se ovaciona el décimo día del séptimo mes. Así se decretó de acuerdo al calendario sagrado, siendo una fiesta que consta de tres tiempos. Por aquella fecha, el único que podía erradicar los pecados del pueblo era el sacerdote en el lugar santísimo.

El origen del día de la expiación tiene que ver con la obra de Moisés, así como con la liberación de los israelitas en manos de los egipcios. Estas cosas ocurrieron cuando tuvieron que dar sus pasos por el desierto, obedeciendo las leyes que Dios dictaminó en el monte de Sinaí.

En ese momento, Moisés ayunó durante cuarenta días para luego recibir las tablillas de piedra en las que Jehová escribió los diez mandamientos. Acá se recalca el pecado del pueblo que al pensar que su líder había muerto, comenzó a rendir culto a un becerro de oro. Ellos pretendían que les guiara hasta Canaán, la tierra prometida.

El arrepentimiento del pueblo y el día de la expiación

Cuando Moisés descendió de la montaña con los mandamientos del señor, se percató de que los hombres y mujeres cometían pecado al adorar a falsas deidades. Su enojo fue profundo y a raíz de ello, las personas sintieron culpa, por lo que, empezaron a confesar sus pecados y se despojaron de sus atavíos.

En los pasajes del libro del éxodo, el siervo de Dios le pide con sinceridad que absuelva a los miembros del pueblo que le ofendieron. De este modo, el padre celestial les perdonó, volvió a restablecer las cosas que escribió en las tablillas de piedra, naciendo así el día de la expiación.  

Las ordenanzas del día de la expiación se presentaron a través de las ofrendas por el pecado. Había allí becerros, machos cabríos y el sacerdote echaba suertes de acuerdo a los ritos sagrados.

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