Decar significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Decar, es padre de uno de los oficiales de Salomón que ejercía su dominio sobre las regiones de Macaz, Saalbim, Bet-semes, Elón y Bet-hanán. La traducción del vocablo quiere decir herramienta punzante o puñal.
Decar y los jefes de Salomón
El primer libro de los reyes menciona a Decar como el padre del funcionario de Salomón que estaba a cargo del área en particular de Bet-semes. En ese capítulo se describe una amplia lista con todos los jefes, tuvo lugar el hijo del sacerdote Sadoc llamado Azarías.
En ese entonces, se seleccionaron diversos roles para la gente como Decar. Quizá, los más sobresalientes eran los que trabajaban de secretarios, cancilleres o gobernadores. También, había ministros principales y amigos del rey. No podemos dejar de lado a los mayordomos y aquellos que estaban sobre el tributo.
Decar y los gobernadores de Israel
Durante el periodo de mandato de Salomón, designó un total de doce gobernadores que mantendrían al rey en su casa y ejercerían su poder sobre Israel. Cada uno tenía la obligación de mantenerlo o abastecerle durante un mes por año.
La Biblia plasma el nombre de con detalle de ellos, entre los más importantes, estaban los hijos de Hur, Decar, Hesed o Abinadab. Muchos poseían varias ciudades con sus aldeas, siendo algunas las que se encontraban en Galaad o en ciertas provincias reconocidas de la antigüedad.
Bendiciones de Dios para los gobernantes
El hecho de que el hijo de Decar participara como uno de los gobernadores de las divisiones del rey Salomón, fue un evento digno de recordar. Los que ejercieron sus funciones recibieron múltiples bendiciones procedentes de la divinidad.
La multitud era tanta como los granos de arena que estaban junto al mar. De Judá e Israel se regocijaron muchos, quienes bebían, se alimentaban y se alegraban. Resulta que Salomón señoreaba sobre todos los reinos, aquellos iban desde el Éufrates, hasta el territorio de los filisteos, que circundaba con los límites de Egipto.
Se sabe que el hijo de Decar y los demás gobernantes, traían obsequios al rey, le servían con gran devoción. De hecho, desempeñaron sus servicios hasta el último día de sus vidas, en la casa real.
Las provisiones también eran abundantes, contaban con coros de flor de harina, bueyes gordos, ciervos, corzos y aves. Los del pueblo moraban cómodos y el rey tenía más de cuarenta mil caballos para sus carros, así como jinetes a su servicio.