Certidumbre significado bíblico
Definición. El significado bíblico de certidumbre es la seguridad sobre alguna verdad. En la Biblia afirma que es la confianza que se le tiene a Dios, es decir, la convicción de su existencia. Se puede recibir, encontrar u ofrecerse, sobre todo se consigue en las promesas del redentor.
Vídeo sobre el significado bíblico de Certidumbre
Podemos sentir certidumbre con lo que vemos en nuestra naturaleza, ya que no cambia. Al igual que el amor por Dios, pues la confianza en él y la fe cada vez aumentan, con certeza conocemos su existencia.
Certidumbre en la Biblia
Aquí vemos que en ambos testamentos se toma como un estado de seguridad, el cual se basa en afirmaciones de fe. En Hch 17:31 se encuentra que Pablo declara que al levantarse Jesús dentro de los muertos, el Altísimo ha hecho un acto de certeza.
La fe en la palabra tiene dos objetos, dar la verdad de Dios e interesar al creyente. Pues la seguridad nos ayuda a corresponder el testimonio divino. La testificación del Todopoderoso nos asegura que somos hijos suyos. Por eso, es esencial dirigirnos hacia él como nuestro padre, ya que nos ha dado testimonio de ser el creador.
El apóstol Pablo nos enseña que la fe es la certeza de lo que espera, y la convicción de aquello que no se ve. Cuando nos esforzamos en creer y tener fe en algo, se tiene certidumbre de que va a ocurrir, la seguridad nos mueve.
Tres aspectos de la certidumbre
Hay que tener en cuenta tres cosas, si quieres conservar certidumbre en la verdad, se debe tomar en cuenta el pasado. El cual nos garantiza que las cosas seguras, sean visibles o no fueron creadas por Dios. Por su sufrimiento estamos vivos y por la desobediencia del hombre, es que el pecado entró al mundo.
En cuanto al presente, se garantiza que si consideramos en Jesucristo, podemos sentir paz. Toda circunstancia va a estar a cargo de Dios, pues sean cosas buenas o malas, son voluntad de él. Por lo que solo es cuestión de confiar.
En cuanto a lo que está por venir, no podemos sostenerle terror a la muerte. Tenemos un edificio que Dios nos ha construido en el cielo, afirma Corintios 5:1. El creyente no puede sentir miedo a lo que está por venir porque Cristo ha asegurado sus bondades. Lo que va a llegar es lo mejor e ideal.