Carea significado bíblico

Definición. El significado bíblico de carea, es acción que tenía que ver con el hecho de dirigir el ganado hacia un lugar o zona en específico. Tal término tiene origen hebreo y en español se traduce por calvo, carga, dificultad o gran peso.

Se cree que algunos animales de la época antigua, como los perros, tendrían la misión de carear al juntar el ganado para que se trasladase de un puesto a otro.

Vídeo sobre el significado bíblico de Carea

https://www.youtube.com/watch?v=nQsXfmAxpVw

El hijo de Saúl carea en la victoria que le otorgó Jehová

La palabra carea se vislumbra en la Biblia el día en qué Jonatán, quién era el hijo de Saúl, salió sin comunicarle nada a su padre y mandó a llamar a su escudero. Este hombre tenía el propósito de cruzar hacia el otro lado para observar el campamento de los filisteos.

Hay que señalar, que aprovechó que su progenitor se encontraba en las afueras de la ciudad y es por ello, que nadie se dio cuenta de su partida. Ese mismo día, la carea se hizo evidente cuando un pastor reunía a su grupo de ovejas. Acto seguido, Jonatán pasó los peñascos de Bosés y Sene, adentrándose a la guarnición de los paganos.

Una vez que él y su escudero cruzaron, los filisteos notaron sus presencias, pero el Señor ya les había concedió la victoria, es por ello, que lograron derribarlos. Después del primer encuentro, fueron capaces de acabar con al menos unos veinte hombres del campamento de los enemigos.

Carea y el mensaje a Johanán

Por otra parte, Carea fue el nombre del padre de Johanán que figura dentro de los registros del libro de Jeremías. Al él se le menciona en referencia al mensaje por parte del profeta al que le pidieron de manera humilde que orara por ellos. Una de las principales razones por la que le buscaron, es que deseaban que les realizara un favor.

Así pues, el hijo de Carea no dudó en pedir ayuda ni dejó de acceder para cumplir la santa voluntad de Dios. Su espíritu siempre mantuvo la fe, estando dispuesto a que le condujeran por el mejor camino que debía seguir. Tanto él como sus compañeros prometieron obedecer la voz de Jehová porque sabían que les permitiría progresar y hacer que les fuera bien.

Después de que pasaron diez días, la palabra del Señor vino a Jeremías y este llamó a Johanán, hijo de Carea, así como a los oficiales que estaban a su lado. El mensaje fue que, si permanecía en su tierra, les edificaría y no les destruiría, además, les comentó que les libraría del rey de Babilonia, del cual tenían gran temor.