Augusto significado bíblico

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Definición. El significado bíblico de Augusto es la persona que merece admiración o respeto por su solemnidad. Este fue un título que se le otorgó a un gobernante romano y sus sucesores lo adoptaron para ellos. Con eso, se podía distinguir que era la máxima autoridad del imperio y todos le debían la honra.

Vídeo sobre el significado bíblico de Augusto

Gobernantes  llamados Augusto en Roma

El primero en llevar ese nombre y, por lo tanto, recibir en muchos casos la exclusividad de él, fue el tío abuelo de Cayo Octavio. En el año 31 a. E.C. después de una década del asesinato de Julio César, este hombre alcanzó el control completo de imperio. Es por esto, que se le proclamó su presidente. Sin embargo, rechazó con contundencia los títulos de rey y dictador

No obstante, estuvo de acuerdo en aceptar el nombramiento especial: Augusto. Así se reconocía que era una persona a quien todos sus súbditos debían verlo como alguien superior. Esta propuesta la recibió de parte del Senado unos cinco años después de su ascenso al poder.

Con la muerte de Lépido, adopto el título de pontífice máximo. Durante su mandato promovió ciertas reformas. Entre los cambios más notorios se encuentran la reorganización del ejército, la creación de la guardia pretoriana y la edificación de varios templos. Años más tarde, a su nieto Cayo Octavio le otorgaron el mismo honor de ser llamado Augusto.

Augusto ayuda a cumplir la profecía del Mesías

En el año 2 a. E.C. César Augusto emitió un decreto, que ordenaba que en toda la tierra de su imperio debía realizarse un censo. Esto obligaba a los hombres a dirigirse a su propia ciudad a inscribirse en el registro. Como José, el padre adoptivo de Jesús era nativo de Belén, tuvo que viajar con su esposa a ese sitio.

María, quien ya estaba embarazada, no pudo soportar las inclemencias del largo camino. Así que ellos se refugiaron en un establo, donde ella dio a luz a su pequeño bebé y lo acostó en un pesebre. Con este suceso, se cumplió la promesa que el futuro rey de Israel nacería en Belén, la más insignificante de todas.

Además, de otras cosas que hizo durante su gobierno, se puede decir que la influencia de Augusto dentro del pueblo judío fue muy poca. Después de su muerte, se conservó su línea de gobierno y se le otorgó al Sanedrín amplios poderes para evitar una posible rebelión.

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