Atar y desatar significado bíblico
Definición. El significado bíblico de atar y desatar, es un término antiguo que formaba parte del vocabulario de los rabinos y otros personajes. Ya que, Cristo también lo llegó a emplear en su lenguaje como un símbolo que hacía alusión de poder.
Pues, cuando se refería a atar y desatar, quería decir abrir y cerrar a través de las llaves que no todas las personas poseían. Asimismo, se dice que tenía que ver con la entrada al reino de los cielos y que Jesús le dijo tales palabras a su apóstol Pedro.
De tal modo, este hombre tuvo gran influencia respecto a la iglesia hebrea cristiana que más adelante, sufrió modificaciones.
En donde, empezaron a participar diversas comunidades como la de los samaritanos, los gentiles y los de la casa de Cornelio. Tal evento hizo que se apreciará una universalidad.
Simbolismo de atar y desatar
Por otra parte, cuando Cristo estuvo en la tierra, hizo mención de los términos atar y desatar. Pues, dijo que los actos de los varones se reflejarían en el reino de los cielos.
Así, si un hombre tenía cercanía con sus objetos materiales, debía desprenderse de ellos antes de considerarse como bueno a los ojos de Dios.
Asimismo, desatar era posible si las personas deseaban obtener la salvación eterna. Todo ello, se colocaría en manifiesto si dejaban atrás las cosas que los ataban a la tierra.
Siendo así, que sintieran un profundo dolor que les permitiría retornar a las enseñanzas del Señor y a el camino que debían seguir para servirle.
La fraseología judía de atar y desatar
En los tiempos antiguos, era muy común que los judíos emplearan las palabras atar y desatar con mucha frecuencia.
Esto expresaba los deseos de las cosas que estaban permitidas y las que no. Además, estos términos estuvieron presentes a la hora de exorcizar presencias malignas.
Un ejemplo de ello, es cuando los hombres de Dios tenían la capacidad de atar demonios para que no siguieran haciendo daño a nadie. Es por eso, que estas expresiones eran figuradas y se interpretaban según el contexto de la época.
Asimismo, se decía que Jesús fue uno de los personajes que más sobresalió en la Biblia al atar espíritus inicuos. Pues, ellos le hablaban, pero ejerciendo la voluntad de Dios tenía el poder para desafiarlos y apartarles de su camino.
En cuanto a desatar, Cristo lo haría con quienes pecaban y deseaban obtener una segunda oportunidad para reinar en el cielo junto con Jehová.