Zer significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Zer, es nombre de una villa fortificada que perteneció a la heredad de los hijos de Neftalí. En los registros de Josué, se cita junto con Sidim, Hamat, Racat y Cineret, territorios de gran relevancia antigua.
El término Zer es de origen hebreo, significa perplejidad, roca, piedra o pedernal. Si bien es cierto, se encontró dentro de la distribución de los de Neftalí, pero su localización exacta es incierta hasta el momento.
La ciudad fortificada llamada Zer
Existe un capítulo en la Biblia que nos enseña la repartición de las heredades para los hijos de Israel. En el caso de Zer, se hace alusión no solo a sus herederos, sino también a otros varones como Zabulón, Isacar, Aser o Dan.
Ahora bien, los hijos de Dios decidieron realizar el sorteo a modo de suerte, de esta forma, evitarían discusiones respecto a las tierras que se les entregaría a sus familias. Los segundos en recibir sus ciudades, fueron los de la tribu de Simeón.
En estos mismos pasajes donde aparece la villa de Zer, se hace referencia a la suerte de los de Judá, su heredad era tan excesiva, que tuvieron que compartirla. El tercer turno se destinó a los de Zabulón, su territorio llegaba hasta Sarid.
Zer y los hijos de Neftalí
La sexta suerte fue para los descendientes del clan de Neftalí, a todos sus hijos conforme a sus familias. Sus límites iban desde Helef y otras provincias, saliendo al Jordán. Sus ciudades fortificadas eran Sidim, Zer, Hamat, Racat, Cineret, entre otras.
Contando a Zer, los de Neftalí se quedaron con un total de diecinueve ciudades, cada una de ellas con sus aldeas. Su heredad fue una de las más grandes y después de su turno, se distribuyeron los territorios para sus hermanos en la fe, los de la tribu de Dan.
¿Cómo era la ciudad de Zer?
La Biblia nos da a entender que Zer hizo parte del conjunto de as ciudades fortificadas de la antigüedad. Esto significa, que poseía altas murallas, puertas y barras que les garantizaban a sus habitantes la máxima protección en sus días.
Es posible que Zer presentase un terreno fértil en el cual los hombres y mujeres sembraban sus cosechas para alimentar a sus pequeños hijos. Debemos tener presente que Jehová deseaba que los de su pueblo trajeran al mundo más generaciones que siguieran el ejemplo de sus antecesores en la fe.