Triunfo significado bíblico

triunfo

Definición. El significado bíblico de triunfo, es acción de triunfar. En el Antiguo Testamento, se relacionó esta palabra hebrea como referencia a las maravillas que hizo Dios sobre la tierra. Asimismo, aparece en las cartas que escribió Pablo con el fin de relatar sus experiencias de gozo.

Cada vez que un hombre lograba alcanzar sus objetivos y metas, se decía que había triunfado en aquello que se propuso. Es por eso, que se le relaciona con buenas acciones que están destinadas al éxito.

Vídeo sobre el significado bíblico de Triunfo

Por su parte, el término triunfo también se usó como culto a los romanos. Ya que, cuando uno de ellos salía victorioso, se le realizaba una procesión de gran magnitud. Desde allí, se le otorgaba el honor más alto y se celebraba incluso con la quema de incienso por parte de los sacerdotes que se encargaban de los oficios religiosos.

El triunfo de Cristo

No podemos dejar de mencionar el sacrificio y el triunfo que representó la venida de Jesús a la tierra. Sobre todo, al morir en la cruz y traernos consigo el perdón de los pecados y el acceso a la vida eterna que nos prometió el Padre Celestial.

El triunfo de Cristo podemos apreciarlo en el siguiente pasaje bíblico de Colosenses 2: 14-15 'Pues fue y anuló el acta de los decretos que había en nuestra contra y que nos era adversa; la quitó de en medio y la clavó en la cruz. Desarmó además a los poderes y las potestades, y los exhibió al salir victorioso sobre ellos.'

Estas bellas palabras las relató uno de los apóstoles más queridos por Cristo y fue Pablo. Sus implicaciones en la cruz sirvieron para constatar su triunfo al derrotar también a la figura del maligno. Quien, con su tentación, pretendía alejar a los hombres de Dios y apoderarse de sus almas.

Sin embargo, el triunfo de Jesús significó quitar de en medio tales repercusiones y las maldiciones en contra de nuestras vidas. Con sus actos, recibió el castigo de los pecadores y nos concedió la salvación eterna.

El triunfo ante Dios

Si queremos ser triunfadores y agradar al Padre Celestial, es importante vivir en obediencia, seguir sus estatutos y permanecer en comunión. De la misma forma en la que Jesús lo hizo cuando se convirtió en carne y descendió de los cielos.

Triunfar a los Ojos del Señor significa ser buenos, puros y merecer todas y cada una de sus bendiciones.

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