Ahimán significado bíblico

ahiman

Definición. El significado bíblico de Ahimán hace referencia a dos personajes antiguos con el mismo nombre, pero con descripciones diferentes. Uno era de una tierra de hombres fuertes y muy altos, y el otro era un fiel siervo de Dios. A continuación, veamos las referencias bíblicas que nos permiten conocerlos.

Vídeo sobre el significado bíblico de Ahimán

Ahimán el anaquim

Tenía dos hermanos llamados Sesái y Talmái, eran descendientes de Anaq. Es probable que estos parientes representaran tres de las familias de los anaquim que vivían en la tierra de Hebrón. Estas personas tenían un tamaño bastante peculiar en comparación con los hombres de otras tribus.

De hecho, los israelitas fueron los que hablaron de ellos en el libro de Números cuando Josué mandó a 12 guerreros a espiar Canaán. Entre ellos estaban Gadiel, Amiel, Caleb, Safat, Igal y otros más. El informe no fue tan animador para los demás habitantes, puesto que dijeron que eran fuertes y de enorme tamaño. Hasta compararon a los descendientes de Anaq con los nefilim, conocidos por su extraordinaria altura.

Aunque pensaban que se veían como saltamontes en frente de ellos, Josué los animó y les transmitió valor ante el informe negativo que recibieron. Y, Dios respondió a la petición de dicho líder y cumplió con su promesa. Josué 14:10-15 muestra el triunfo que obtuvo Caleb al conquistar la tierra donde residían los anaquim. Es más, este personaje pudo expulsar a Sesái, Ahimán y Talmái.

Ahimán el levita

Por otro lado, encontramos otra referencia bíblica que hace mención de un hombre llamado Ahimán y pertenecía a una de las 12 tribus de Israel. De él se dice que fue uno de los porteros leales, junto a Salum, Acub, Talmón y el jefe, que cuidaban la entrada de Jerusalén luego de regresar del exilio babilonio.

Los levitas eran ayudantes de la familia sacerdotal de Aarón, fueron los únicos a quienes se había designado para llevar a cabo dicha labor. Además, el servicio que ellos ofrecían tenía mucho que ver con la veneración a Dios. Eran personas celosas de la adoración verdadera y muy fervientes en sus servicios.

De allí que los deberes de los levitas era el de ayudar en algunas labores sacerdotales. Por ejemplo, montar y desmontar el tabernáculo era parte de su trabajo, así como el de llevar los artículos que conformaban esa sagrada tienda.

Y después de volver de Babilonia los levitas siguieron desempeñando su comisión. Es por ello que se hace mención de Ahimán como miembro de este clan, un leal y fiel portero de los campamentos de levitas.

Subir