Tértulo significado bíblico

Definición. El significado bíblico de Tértulo, es nombre que le correspondió a un orador romano de la antigüedad. Se dice que a él le contrataron un grupo de judíos rebeldes para acusar al apóstol Pablo ante el tribunal de Félix.

Tértulo es el diminutivo de Tertius, su significado es tercero. Tal vocablo suele aparecer en diversas inscripciones de origen griego y latín. Las escrituras refieren que se convirtió en abogado profesional que contaba con gran poder en las autoridades. Por lo tanto, su opinión fue una de las más sobresalientes.

Otra de las cosas que se dicen sobre Tértulo, es que su discurso poseía características que le conferían validez a sus palabras. Resulta imposible determinar cuál era su nacionalidad, puesto que, su nombre era bastante común por aquella época.

Tértulo en la defensa de Pablo

El acontecimiento más relevante en el que participó Tértulo en las sagradas escrituras, fue aquel en el que se desempeñó como un orador. Él descendió ante el estrado junto con un grupo de sacerdotes y su líder Ananías.

Una vez que se encontraron frente a Félix, llamaron a Tértulo, quien comenzó a acusar al discípulo Pablo. En sus palabras decía que era una plaga y promotor de sediciones entre los hombres y mujeres del pueblo.

Tértulo mantuvo un discurso claro, en el que señalaba a Pablo como la cabecilla de la secta de los nazarenos. Le acusó por profanar el templo y por otras acciones que expuso el día del juicio ante el gobernador.

Peticiones de Tértulo

Tértulo y los judíos rebeldes prendieron a Pablo de acuerdo a sus leyes. Una de las grandes peticiones de este hombre, fue que le juzgaran conforme a la justicia. Todos los presentes estaban de acuerdo con lo que se decía, confirmando la situación al respecto.

Poco después de las palabras de Tértulo y sus peticiones, el gobernador le hizo seña a Pablo para que se defendiese. Él respondió lo siguiente en Hechos 24:11-12 'Como tú puedes cerciorarte, no hace más de doce días que subí a adorar a Jerusalén. Y no me hallaron disputando con ninguno, ni amotinando a la multitud. Ni en el templo, ni en las sinagogas, ni en la ciudad'.

Pablo dijo que nadie podía probar las acusaciones de Tértulo, pero él confesaba cuál era la verdad procedente de su boca. Alegó tener una conciencia limpia, libre de toda clase de ofensa ante Dios.